El artista europeo Isidro López-Aparicio lleva a cabo una de sus acciones más impactantes, “Invertidos”, para llamar la atención ante los continuos asesinatos en Palestina y pedir el desmantelamiento del muro.

El artista Isidro López-Aparicio (iLA) ha retomado su obra ‘Invertidos’ colgándose cabeza abajo en el campo de refugiados palestinos de Aida, ubicado entre los municipios de Belén, Beit Jala y Jerusalén. La gran experiencia del artista en campos de refugiados ha permitido la realización de esta acción artística en un punto donde se registran un número elevado de muertos frente al muro israelí conlleva una importante carga simbólica.

“No disparen” se lee en la camiseta blanca que lleva el artista escrita a mano en árabe, hebreo, francés, inglés y español durante toda la acción. López-Aparicio pretende que ésta se convierta en un símbolo de denuncia de la situación  que podrán utilizar los alumnos de la Universidad de Al-Quds, rodeada de estos muros. La reivindicación de un diálogo pacífico entre Palestina e Israel y la denuncia de la vulneración de los derechos humanos por Israel es el objetivo de esta acción artística que ha realizado el presente mes de Julio.

Casi de operación secreta se podría llamar la forma en la que el artista, indefenso en todo momento, tuvo que acceder y salir del campo de refugiados a pesar de que contó con destacados colaboradores palestinos. Previamente, López-Aparicio realizó la acción colgado cabeza abajo de un olivo, árbol que simboliza la paz y la convivencia de los pueblos de la cuenca del Mar Mediterráneo.

La obra de Isidro López-Aparicio está ligada al compromiso ético y al activismo social. Especial interés tiene para él uno de los lugares del mundo  más simbólicos y oprimidos en cuanto a la falta de libertades y la necesidad de una solución como es Palestina. López-Aparicio declara: “Si Israel desmantelara el muro y se dieran pasos en la educación y la convivencia en la paz y no en el odio tanto por parte israelita como palestina sería un paso fundamental en la defensa de los derechos humanos y un ejemplo para la comunidad mundial”.

En su larga trayectoria profesional, nacional e internacional, uno de los lugares en los que ha trabajado durante doce años han sido los campos de refugiados del Sáhara Occidental donde ha creado la máquina ‘FREE PATHS MAKER’ movida por los trajes de las mujeres saharauis y que explota minas antipersonales. Allí, ha rodado el largometraje ‘Latidos de Mina’ en el que recoge testimonios de víctimas y pone en acción dicha máquina hasta que se produce la explosión de una de las minas.

Fuente: palestinalibre.org

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