Reseña

Este trabajo fue publicado recientemente por Daraja Press, y presenta una provocación para el pensamiento de izquierda, al tiempo es una invitación al debate al rededor del perdón, la reconciliación y la crisis. Oh, Sorry! Rituales de perdón, crisis y lucha social en el capitalismo postmoderno, como sería la traducción al español es un libro coordinado y editado por: Panagiotis Doulos, Edith González Cruz y Milena Rodríguez.

Oh, Sorry! es un “Tenemos que hablar de la crisis”. Es un alto al cinismo.

Este trabajo se lanzó como una invitación a reflexionar sobre los acontecimientos cada vez mas recurrentes en los que representantes del Estado y sus instituciones piden perdón a sus ciudadanos o los de otros países. ¡Perdón por la colonización!, ¡perdón por los crímenes de Estado!, ¡perdón por la austeridad!, ¡perdón por el genocidio y las masacres contra indígenas/pueblos originarios!, perdón por el despojo territorial, ¡es por el desarrollo para todxs!, ¡perdón, perdón, perdón!

Esto no es nuevo, el debate se puede remontar alrededor de los crímenes cometidos en el Holocausto y la consecuente creación en los 90s de Mecanismos y Comisiones de Verdad y reconciliación en distintos lugares del mundo. Retomando a Jacques Derrida (2001) los editores señalan que la internacionalización de los actos públicos de perdón, y la presencia de estos como estrategias políticas para reafirmar el poder del Estado y organizar la amnesia colectiva sobre la violencia fundacional de los estados-nación, proponen entender estos actos colectivos, públicos y con alta emotividad, e incluso teatralidad, como rituales secularizados que a partir de la movilización de símbolos y emociones buscan contener el antagonismo y relegitimar las estructuras de poder.

Estos rituales que se hacen visibles en momentos de impugnación o alta tensión social, como estrategias de apaciguamiento precisamente cuando más inestables parecen estar los concesos sociales. A lo largo del libro se da cuenta de la lucha que representan dichos rituales de perdón; la lucha por consolidar verdades, memoria histórica y la responsabilidad como perpetrador del Estado. Al afirmar que estos Rituales son luchas, los autores de los diversos trabajos reconocen que son resultado de fuertes movilizaciones sociales, demandas y largos procesos de reclamación de justicia. Al tiempo lanzan el imperativo de entender a los rituales no solo dentro de los márgenes del Estado, sino en toda la movilización de fuerzas en la crisis del capitalismo actual.

Para los autores, el panorama parece leerse como un dilema entre la regresión y progresismo.

“Las fuerzas regresivas prometen imponer la doctrina de la Ley y el Orden para enfrentar a la población considerada “peligrosa”: migrantes, minorías sociales, defensores de derechos humanos y del territorio, las luchas de género, los movimientos emancipatorios, etc. Mientras las fuerzas progresistas apuntan al restablecimiento de un nuevo contrato social. Como hemos visto, aquí es donde entra en juego la eficacia simbólica de la democracia capitalista, propiciada por los rituales de perdón”

La disputa a través de los Rituales de perdón representa de igual manera la disputa por el tiempo como continuidad y ruptura. Como continuidad de procesos de lucha y organización social, y como ruptura de un ¡ya basta de violencia y represión!. No obstante, también es la ruptura de las mascaras del Estado o de la dominación, no mas Estado Autoritario, ahora la cara es del Estado benevolente, es decir se instituye la legitimidad del Estado asegurando que la violencia pasada no representa al espíritu de este. Por tanto, puede redimirse en un gobierno progresista, demócrata, etc. aunque se sostenga el proyecto de explotación capitalista con políticas mas redistributivas o políticas menos represivas, es decir hablemos del pasado y no del presente represivo y violento.

De ahí que el perdón aparece entonces como un imperativo moral en la postergación de la crisis, que se moviliza en nombre de un futuro prometedor de unidad y consenso.

Desde distintas posturas y geografías el libro se divide en 8 capítulos:

En el primer capítulo, Rituals of Forgiveness: The Performance of State Violence to the Eye of Crisis (Rituales de perdón: La performance de la violencia estatal frente a la crisis), Panagiotis Doulos y Edith González Cruz – a través de la experiencia mexicana – muestran que las performances de los rituales de perdón movilizan procesos de reconfiguración del orden social que implican la integración del conflicto y la administración de la amnesia colectiva; pero también procesos de resistencia contra el jubileo de crímenes y la lógica sacrificial que caracterizan el despliegue del capitalismo en un momento en que el modo de existencia social está en crisis. Y exploran la categoría de los rituales de perdón como herramienta teórica de reflexión sobre las estrategias políticas estatales ante la actual crisis de las relaciones capitalistas.

En el segundo capítulo, From forgiveness to permission: The State and “the Indigenous” in the Face of Planetary Collapse (Del perdón al permiso: El Estado y “lo indígena” frente al colapso planetario), Inés Durán Matute analiza cómo los rituales de perdón hacia las poblaciones originarias se han convertido en una práctica frecuente que “limpia” la imagen del Estado. A través del caso de México, la autora muestra cómo el perdón va de la mano del “permiso” para destruir el mundo. Es decir que el respaldo “indígena” se ha convertido en una nueva táctica de un capitalismo “verde” e “inclusivo” que oculta el despojo, la opresión y la devastación. Al mismo tiempo, la autora argumenta que, tras el discurso de diálogo y reconciliación, se denosta, criminaliza y reprime las luchas de los originarios que se niegan a ceder sus vidas y territorios para grandes proyectos de infraestructura. 

En el tercer capítulo, End(s) of Forgiveness, Minas Vlachos argumenta, a través de una lectura específica de Jacques Derrida, que el concepto de perdón es completamente heterogéneo con el campo político. Si el enigmático concepto de perdón puede efectivamente tener lugar como un acontecimiento en la conciencia, entonces debe permanecer absolutamente externo a cualquier tipo de teleología y utilitarismo. Sin embargo, el Estado y los mecanismos de poder institucionalizados, a través de los rituales estatales del perdón, introducen el tríptico teológico de culpa-confesión-desagravio con el fin de construir consenso social y cosechar beneficios políticos. El autor avanza la tesis de que en el campo político debe haber una acción política de resistencia y no un metabolismo moral de las emociones a través del perdón, que conviene al poder.

En el capítulo cuarto, The Fierce Dispute for Memory, Truth and Justice in Guatemala (La feroz disputa por la Memoria, Verdad y Justicia en Guatemala), Carlos Figueroa Ibarra sostiene que la fiera disputa por la Memoria, Verdad y Justicia que se ha observado en los últimos años en Guatemala no es más que la continuación del conflicto que se inauguró en 1954. Finalmente, los propugnadores del olvido, el revisionismo histórico y la impunidad son los mismos que han defendido el orden oligárquico restaurado en 1954. Para el autor, los que buscan la preservación del recuerdo de las atrocidades, el esclarecimiento histórico de las violaciones a los derechos humanos y el castigo a los responsables de éstas últimas son continuadores de los que cuestionaron la restauración oligárquica de 1954. El autor sostiene que estas victorias en relación con la justicia transicional no legitiman al Estado sino confirman la veracidad de la violencia que ejerció y cuestionan la legalidad y legitimidad del orden que defendió.

En el quinto capítulo, ¿Nunca más? A critique of the narratives of forgiveness and reconciliation in post-dictatorial Chile (¿Nunca más? Una Crítica a las Narrativas del Perdón y la Reconciliación en el Chile Posdictatorial), Roberto Giordano Longoni propone una lectura crítica de las narrativas del perdón y la reconciliación como sentido común en el imaginario posdictatorial de Chile. El argumento central es que las nociones de reconciliación y perdón pueden ser mostradas en su falsedad partiendo de la crítica que se hace de estas desde los testimonios de las víctimas, así como desde las luchas que a lo largo de estos años han cuestionado el progreso de la modernización capitalista neoliberal que se impuso en dictadura, y que ha continuado en democracia. Desde la perspectiva de la crítica inmanente del presente, el autor no apunta a proponer una forma alternativa de reconciliación, sino a señalar por qué dicha reconciliación, y el ideal de que nunca más en Chile se repita el horror, es imposible mientras sigan vigentes las formas de socialización que lo hicieron posible.

En el capítulo sexto, Rituals of forgiveness as a political strategy of the capitalist state: the Brazilian case “O Amor Venceu” on Lulas victory in 2021 (Rituales de perdón como estrategia política del Estado capitalista: el caso brasileño “O Amor Venceu” en la victoria de Lula en 2022), Leonardo Carnut, Lúcia Dias da Silva Guerra y Áquilas Mendes parten de la hipótesis de que el “perdón”, una vez ritualizado, actúa con mucha más eficacia cuando es utilizado por los gobiernos como forma de eludir la insatisfacción, mediante el reconocimiento de sus errores, por un lado; mientras que, por otro lado, utiliza los mecanismos de la forma jurídica estatal para mantener las relaciones sociales capitalistas desarrollándolas. Esta estrategia política, de acuerdo con lxs autorxs, por mucho que parezca un pedido de perdón “genuino”, en esencia solo ayuda a la perpetuación del modo de producción capitalista al contener las revueltas populares e impedir la visión del futuro más allá de esta sociabilidad.

En el séptimo capítulo, The Nobodies: between Forgiveness and Overflow. Notes Against Forgiveness as a Dispositive of Control in Times of Explicit Antagonism (Lxs nadies: entre el perdón y el desborde. Apuntes contra el perdón como dispositivo de control en tiempos de antagonismo explícito), Milena Rodríguez nos presenta cómo lxs nadies, durante el Paro de 2021 en Colombia, representaron un gran desafío de entendimiento y acción tanto para la institucionalidad como para las representaciones tradicionales de la izquierda en el país. Ello hizo necesario un discurso nuevo para apaciguar el antagonismo expuesto, la izquierda electoral echó mano de la política del amor, la reconciliación y el perdón ante lo irreconciliable del escenario. La autora indaga en la configuración internacional del perdón como una política transnacional de pacificación y consolidación del Estado, y argumenta que a través de la movilización de una política de emociones, especialmente el amor, por parte del gobierno progresista, el perdón funciona como un dispositivo de control que pretende capturar a lxs nadies y a la fuerza rebelde dentro de la lógica estatal.

En el octavo y último capítulo, “His Body Practiced the March of the Right to Return”. Temporalities of Palestinian Revolutionary Praxis” («Su Cuerpo Practicó la Marcha del Derecho al Retorno». Temporalidades de la praxis revolucionaria palestina), Nythia Nagarajan argumenta que los rituales del perdón se conciben comúnmente como procesos para abordar el pasado, ofrecidos no como un medio para reparar el daño, sino como un sustituto de dicha reparación. En este sentido, no abordan el pasado, sino que producen ese pasado, extirpándolo de un presente vivo y cuestionable. En el caso de Palestina, el autor de la violencia y la injusticia no ha participado en rituales de perdón. Examinando el discurso palestino sobre el refugio producido por la Nakba, de los luchadores palestinos contemporáneos y la socialidad cotidiana en Ramala, la autora muestra cómo esta praxis se niega a que el pasado se convierta en pasado, habitando temporalidades en desacuerdo con el imaginario del Estado colonial y la ciudad neoliberal producidos desde los Acuerdos de Oslo. Nythia Nagarajan explora cómo las nociones de tiempo y temporalidad orientan nuestra lectura del presente y limitan nuestra imaginación política.

Oh Sorry