Francia: Luchar contra el coronavirus desde abajo a la izquierda

Ante la situación alarmante, tanto por la epidemia de Coronavirus como por las medidas de control militar y policiacas puestas en operación por el gobierno francés, se han desarrollado diversas estrategias de resistencia. Frente a la lógica de aislamiento que quiere implementar el gobierno para controlar a su población, buscan al contrario fortalecer la solidaridad de abajo, el apoyo mutuo y la auto-organización. 

 

UFrancia: Luchar contra el coronavirus desde abajo a la izquierdana de estas es la red de solidaridad «COVID-entraide France» (Covid-Apoyo Mutuo Francia), que enlaza grupos de apoyo mutuo locales con el fin de auto-organizarse ante la pandemia. La red de solidaridad, que empezó a constituirse a partir del 12 de marzo pasado en internet y en la calle, abarca ya cerca de trescientos grupos locales y se basa, según su declaración de principios, sobre los siguientes puntos:

 

La difusión de información verificada y con fuentes comprobadas / la participación al apoyo mutuo y a la auto-organizacion dentro de los multifamiliares, aldeas, calles, barrios, pueblos, ciudades, distritos y regiones, tanto en la calle como en internet / el apoyo consciente y cuidadoso de las personas más vulnerables ante la pandemia de Covid-19 / el apoyo a lxs enfermerxs y a todos los servicios públicos exangües / el apoyo a las iniciativas de solidaridad, la resiliencia ecológica y social y la autonomía alimentaria de los territorios / el tejido de una red común ante la gestión gobiernista con el fin de defenderse de cualquier instrumentalización autoritaria de la crisis sanitaria y económica.

 

Como lo recuerda la red, «la injusticia no toca a todxs de la misma manera, y aunque todxs podemos ser afectadxs por el Covid-19, unxs son más vulnerables y necesitan más ayuda». La idea entonces consiste en la coordinación de los esfuerzos de apoyo mutuo hacia las personas que se vuelven obligadas a aislarse, y en particular «a las personas mayores, lxs discapacitadxs, las personas que tuvieron otros problemas de salud anteriores, etcétera». Así como «dar un apoyo directo a todxs aquellxs que ya se encuentran en confinamiento y/o cuyas libertades están reducidas: presxs, migrantes, personas sin techo, etcétera». «Apoyar a las personas que se sientan aisladas o ansiosas a lo largo de esta epidemia» y «tomar el tiempo de escucharse y organizar espacios de apoyo emocional en este momento tan singular», constituyen para la red una necesidad primordial.

La iniciativa, aún en construcción y en proceso de estructuración, cuenta ya con cadenas de difusión por Telegram nacionales y por grupos regionales y temáticos, páginas de Facebook nacionales y regionales, cartografías colaborativas para ubicar a los grupos locales, hashtags colectivos, tutoriales, y otras, y fomenta cajas de apoyo, actividades alegres y artísticas, cantos y aplausos, guardería de niñxs, oficinas, recaudación de alimentos, actividades de distribución, cartas y noticias de personas recluidas. «A pesar del confinamiento, es en colectivo que podremos calmar las tensiones y las angustias que brotan».

¿Cómo funciona? «Organizándose primero desde la escala la más pequeña que se pueda: la de su vecindad y/o de sus cercanxs. Para permitir a cada quien encontrarse, se invita a la creación de grupos de apoyo mutuo locales. Cualquier persona puede encargarse voluntariamente de tareas en un grupo, que sea en buen estado de salud y capaz de hacer compras y/o guardar a lxs niñxs, o que se encuentre al contrario en confinamiento sanitario. El objetivo es constituir lo más pronto posible una red de grupos de apoyo mutuo locales enlazados y solidarios entre ellxs», explica uno de sus tutoriales.

Conformados por voluntarios y rechazando el profesionalismo, la red fue respaldada últimamente por un llamamiento lanzado por más de doscientos treinta médicxs, enfermerxs, psicólogxs, personal de salud, maestrxs, campesinxs, artistas, investigadorxs, científicxs, músicxs, sindicalistas, editorialistas y libreros: «Ante la pandemia, ¡revertamos la «estrategia del shock» en un tsunami de solidaridad!».

Como lo apuntan lxs autorxs, el Covid-19 ya no es «una pequeña gripe», sino más bien «la peor crisis sanitaria desde hace un siglo»: «Si 2019 fue el año de los incendios que arrasaron a Australia, Amazonia y otros lugares, así como de inmensos levantamientos populares, 2020 toma ya los rasgos de una parálisis total y de una crisis sistémica mayor». «Esa pandemia acaba de poner irrespirable la vida en un sistema politico y económico delirante, nefasto, pero sobre todo inútil en el mismo momento en el cual una enorme necesidad de sanar se hace indispensable».

A la «guerra» contra el coronavirus declarada por el presidente francés Emmanuel Macron, lxs firmantes oponen «la salud, la de nuestrxs cercanxs tanto como la de los pueblos del mundo entero y la de la vida en sí». «En Francia, como en los otros países, vamos a ponernos codo con codo para enfrentar la epidemia. Vamos a transformar el aislamiento impuesto en un inmenso esfuerzo de auto-organizacion y de solidaridad colectiva […] para ayudar a lxs más frágiles que no pueden salir a buscar comida, para guardar a lxs niñxs de las y los que tienen que seguir trabajando. Para compartir informaciones confiables sobre la situación. Para darse noticias y consuelo ante esta situación extrema. Para respaldar a lxs más precarixs en su lucha para vivir. Para enfrentar esta crisis económica, bancaria y financiera que se vislumbra dramática a pesar de los anuncios optimistas hechos por las instituciones bancarias. Quedandose en casa por el momento, pero saliendo a la calle lo más pronto que se pueda»

«Sin embargo, el apoyo mutuo que construimos no es el auxiliar de un Estado neoliberal deficiente. No será el caballo de Troya de una futura «estrategia del shock» basada en el teletrabajo, en el «voluntarismo ciudadano», ante la destrucción de los servicios públicos y de las conquistas sociales a nombre de la «emergencia sanitaria». Al contrario: nuestra solidaridad es la del pueblo, la de lxs de abajo, de lxs que se aprietan la cintura para sobrevivir y vivir con dignidad. No tiene nada que ver con la solidaridad de las élites mundiales –que se desenmascara sin necesidad de un análisis médico–, esa que se esconde en sus palacios de oro, protegidxs y desinfectadxs mientras lxs enfermerxs están «al frente» sin herramientas, fabricándose sus propias máscaras y tomándose todxs los riesgos».

«Nos jugamos la vida, mientras ellxs gestionan la economía», declara el llamado. Así que el apoyo mutuo que está construyéndose «se inscribe en el camino de los diversos levantamientos de los pueblos en todas partes del mundo durante estos últimos meses, desde Chile hasta Líbano, desde Argelia hasta Sudan». «Llamamos a fortalecer la solidaridad y la auto-organización para enfrentar la pandemia y la crisis sistemica en cualquier lugar donde se pueda, bajo todas las formas imaginables, respetando la necesidad absoluta del confinamiento con el fin de frenar la propagación».

«No nos dejemos hipnotizar ante esta situación que nos trastorna y enfurece, y que nos hace temblar. Cuando la pandemia se acabe, otras crisis surgirán. Mientras tanto, habrá responsables que buscar, cuentas que pedir, heridas que sanar y un mundo por construir. Es nuestra responsabilidad que el shock mundial del Covid-19 sea la «crisis» que sobra, y que marque un punto de arranque ante el régimen actual de explotación y destrucción de las condiciones de vida sobre la Tierra».

Más información en francés en COVID-entraide France.

 

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