Forma y esencia en Hegel y Marx (II)

Una segunda versión, actualizada, del texto de Richard Gunn  «Forma y esencia en Hegel y Marx«, enviada por el autor para Comunizar:

En su rupturista Negativity and Democracy (Routledge, 2017), Vasilis Grollios enfatiza en la importancia que Marx atribuye a la dialéctica entre «forma y contenido» -o, más técnicamente expresada, entre forma y esencia.[i] Aún cuando Grollios acierta en la importancia de esta dialéctica, el lector de Negativity and Democracy debe esforzarse para descubrir qué implica esta dialéctica. Este pequeño artículo intenta brindar la necesaria explicación e ilustrar el significado de la dialéctica para Marx.[ii]

En el corazón de la dialéctica entre forma y esencia se encuentra un pasaje de la Lógica de Hegel y mis comentarios comienzan echando un vistazo a este pasaje.

En los escritos de Hegel hay formulaciones que parecen invitarnos a una interpretación idealista pero que, en una lectura más atenta, no necesitan ser entendidas de esta manera. El pasaje que nos ocupa es de esta clase. En su Pequeña Lógica (o Lógica de la Enciclopedia) de 1817, Hegel sostiene que «la esencia debe aparecer».[iii] ¿Cómo debería entenderse esta intransigente sentencia? Una manera es leerla como una afirmación del idealismo: si se ve a las esencias como conceptos, entonces decir que «la esencia debe aparecer» es afirmar que la existencia adopta la forma que dictan los conceptos o ideas. Quizás en la base de esta interpretación se encuentre el argumento «ontológico» en favor de la existencia de dios de Anselmo.[iv] Otra interpretación consiste en decir más modestamente que las esencias no existen por sí mismas. Para existir, las esencias deben adoptar una «forma» (o modo de existencia). Hegel parece adoptar esta segunda interpretación cuando explica que la «apariencia» o el «develarse» «no debe confundirse con una mera manifestación»[v]: la «apariencia» y el «develarse» o aparecer activo parecen significar virtualmente lo mismo. Así leída, la sentencia «la esencia debe aparecer» pierde su tono idealista. Sugiero que es en este sentido que la dialéctica entre forma y esencia es importante para el pensamiento de Marx.

Yendo a Marx, podemos sumarnos a una primera o superficial lectura de que, en la sociedad, sólo la producción económica es efectiva y, en una palabra, real. En la historia de la ortodoxia marxista -como en la famosa o infame metáfora de «base y superestructura» de 1859[vi]– fue frecuente la elevación de la producción económica a esta posición -con los previsibles resultados reduccionistas. En el Marxismo Abierto, y en la tradición de la Negativity celebrada por Grollios, el reduccionismo es un anatema. Mantener el reduccionismo a raya es una de las razones por las cuales la dialéctica entre forma y esencia de Hegel y Marx es interesante no sólo en términos académicos y textuales. Cuando Marx protesta que la economía política «nunca llegó siquiera a plantear la pregunta de por qué ese contenido [la mercancía] adopta dicha forma»[vii], está protestando, con Hegel, contra la consideración de la apariencia como un simple «mostrarse» -en lugar de como un aparecer en un sentido activo. Sostengo, con Grollios, que la dialéctica entre forma y esencia es central para Marx.

Para cerrar este artículo, señalo un pasaje en el que el término «esencia» es parte del argumento de Marx. En los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, Marx nos dice que el «comunismo» -o una sociedad emancipada- es «la apropiación real de la esencia humana por y para el hombre»[viii]. Por consiguiente, el pasaje llama nuestra atención a la circunstancia de que, aún cuando la esencia subsiste, no necesariamente subsiste de una manera adecuada, o no-contradictoria, o no-alienada. En una sociedad capitalista, por ejemplo, la «esencia del hombre» sigue siendo «el conjunto de las relaciones sociales»[ix], pero de una manera empobrecida y contradictoria o alienada. En una sociedad emancipada, por el contrario, donde esté vigente la auto-determinación, la esencia humana florece de una manera no alienada. En los Manuscritos, podemos agregar de paso, Marx no invoca una concepción de la «esencia humana» fija e inmodificable -como La revolución teórica de Marx de Louis Althusser parece imaginar. Por el contrario, una esencia humana no-alienada es una que puede definirse a sí misma de una manera fluida. Sólo cuando la humanidad es extrañada y existe «en el modo de ser negada»[x] la fijeza y sus sufrimientos ingresan en el cuadro.

En esta corta nota, espero haber dicho suficiente como para indicar que forma y esencia son términos claves en el pensamiento de Marx. La relación entre forma y esencia es resaltada por Hegel y es parte de la herencia que Marx recibe de la obra de Hegel.

Una nota

El anterior artículo tiene como punto de partida la sentencia de Hegel de que “la esencia debe aparecer”. ¿De dónde proviene esta sentencia, dentro del pensamiento de Hegel? Sin duda, esta pregunta puede abordarse de distintas maneras. Aquí, tomo una línea de pensamiento que quizás los comentaristas no hayan considerado.

Cuando escribí “Forma y esencia en Hegel y Marx” mostré el texto a Michele Gunn. Michele, que es una artista practicante, noto que la línea de pensamiento que señalo se aplica a la producción artística. Se me ocurrió, entonces, que la expresión “la esencia debe aparecer” puede haberle resultado familiar a Hegel no a partir de los debates de la lógica sino del arte. ¿Contendrá la Estética de Hegel –escrita seguramente en los 1820s- la clave?

Antes de proponer algunas ideas sobre esto, agrego una aclaración. En los 1970s, Charles Taylor sugirió que el pensamiento de Hegel fue un ejemplo de lo que él denominó “expresivismo”.[xi] El “expresivismo” consideró “que la vida humana tenía una unidad un tanto análoga a la de una obra de arte”; además, “los hombres alcanzaban su más plena realización en la actividad expresiva”.[xii] Siempre desconfié de la lectura de Hegel de Taylor, en parte porque el concepto de “expresión” es un concepto al que Hegel raramente se refiere. Cito a Taylor aquí por oposición, para señalar que mi recuperación de la Estética no apunta a rehabilitar la interpretación de Taylor.

Más bien, quiero llamar la atención del lector respecto de un pasaje incluido en la Estética. En él, Hegel declara que “a la esencia misma le es esencial la apariencia” [der Schein  selbstist dem Wesen wesentlich]’.[xiii] El pasaje continúa así: “la verdad no sería tal si no pareciera y apareciera, si no fuera para alguien, para sí misma…”. Puesto que “la verdad” no es mi sunto aquí, y la referencia a la verdad es sólo de pasada, no trabajo un punto que me parece importante para una lectura de Hegel en su conjunto: aquí, Hegel  está muy cerca de sostener una concepción de la verdad como “consenso”.[xiv] En el asunto que nos incumbe, advierto solamente que Hegel se refiere a la dialéctica forma/esencia en un contexto relacionado con el arte.

¿Qué tipo de arte, puede uno preguntarse, pone de manifiesto una dialéctica de forma-y-esencia? En la conversación, Michele se refirió a Rilke:

“Canta ante el ángel la alabanza del mundo -no del mundo inefable,

pues no le impresionarás con el esplendor que sentiste;

en el universo, que él siente con más viva sensibilidad, tú eres apenas un advenedizo.

Así, muéstrale sólo esa vida sencilla que, habiéndose moldeado de generación en generación,

se convirtió en la nuestra y vive al alcance de la mano y en nuestra mirada.

Háblale de las cosas. Se quedará tan estupefacto como tú…”[xv]

Es interesante que, en su obra más reciente, Michele recurrió a la tradición de los objects trouvés.[xvi] Si podemos volver a Hegel en este punto, la lección parece ser que los comentarios generales a propósito de la expresión son inútiles.

Notas:

[i] Grollios, V.: Negativity and Democracy, Londres, Routledge, 2017, p. 27.

[ii] En mi ponencia a la Conferencia del Marxismo Abierto realizada en Puebla en octubre de 2017 me referí tangencialmente a forma y esencia. Espero que este abordaje sea más adecuado.

[iii] Hegel, G. F. W.: Enciclopedia de las ciencias filosóficas, Madrid, Alianza, 2005, p. 224. [NdT. Esta sentencia de Hegel que analiza Gunn presenta dificultades para los traductores. Es importante tener en cuenta que el verbo “aparecer” (scheinen, en la sentencia das Wesen mub erscheinen) también significa “brillar” o “resplandecer” y en este contexto podría traducirse asimismo como “expresarse” o “develarse”. El verbo “aparecer” y el sustantivo derivado “apariencia” (Schein) no         cargan entonces con connotaciones peyorativas (un “aparecer como algo que no es”, una “mera apariencia”)]

[iv] Véase el “Proslogio”, capítulo 2 y siguientes, en Obras completas I, Madrid, Biblioteca de autores cristianos, 2008.

[v] Hegel, G. F. W.: The Logic of Hegel, Oxford, Clarendon Press, traducción de William Wallace, 1892, p. 239. [NdT: la afirmación a la que alude Gunn está en una nota que acompaña el # 131 en la edición en inglés de Wallace, pero no en la edición en español de Valls Plana citada en la nota 3.  La frase es “appearence (forth-shining) is not be confused with a mere show (shining)”. El par “appearance / forth-shining proviene de la traducción de la sentencia inicial como “the essence must appear or shine forth”. “Shine forth” significa resplandecer: véase la NdT previa].

[vi] Véase Marx, K.: Contribución a la crítica de la economía política, México, Siglo XXI, 2008, p. 4-5.

[vii] Marx, K.: El capital I, México, Siglo XXI, 1991, p. 98.

[viii] Marx, K.: Manuscritos: economía y filosofía, Madrid, Alianza, 1980, p. 143.

[ix] Marx, K.: “Tesis sobre Feuerbach”, en K. Marx y F. Engels: La ideología alemana, Bs. As., Pueblos Unidos, 1985, p. 667.

[x] Esta frase, que dejo sin explicar aquí, es un término específico que connota la alienación en los escritos de Bonefeld y Gunn sobre el marxismo abierto de los años ´80 y ´90. No puedo recordar quién de nosotros acuñó esta frase.

[xi] Taylor, Ch.: Hegel y la sociedad moderna, México, FCE, 1983, p. 13.

[xii] Idem, p. 14; 15.

[xiii] Hegel, G. W. F.: Lecciones sobre la estética, Madrid, Akal, 1989, p. 12.

[xiv] Entiendo por una concepción de la verdad como “consenso” la idea de que la verdad es un acuerdo mantenido en algún grupo interactivo. En su Wahrheitstheorien de 1973, Jūrgen Habermas  argumenta a favor de esta concepción de una manera fascinante.

[xv] Rilke, R. M.: Elegías de Duino, México, Centauro, 1945, traducción de Juan José Domenchina, novena elegía, p. 71 [NdT: subrayado R.G.]

[xvi] [NdT: “objetos encontrados”; se refiere al found art o ready-made, arte realizado a partir de objetos encontrados, en la tradición de Duchamps.]

Autor: Richard Gunn, Junio de 2019.

Traducción para Comunizar: Alberto Bonnet

Otros textos del autor:
* La negación de la negación
* ¿Cada día que tengo que vender mi fuerza de trabajo es la prehistoria del capital?
* ¿Qué es el proletariado?

 

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