En 1871 en París, el pueblo, insumiso, formó la Comuna de París, una organización horizontal de gobierno de la ciudad, signada por la autodeterminación popular donde tanto los miembros del gobierno, de la justicia o del ejército popular eran electos en forma directa por asambleas donde los mandatos eran revocables cuando ésta lo determinara. Así en las antípodas de la Constitución Argentina, el pueblo deliberaba y gobernaba directamente. Una experiencia citadina que se proyectó a otros países con el nombre de Soviet, consejos obreros, etc. En momentos de crisis esta autoorganización, esta forma de gobierno horizontal y autodeterminado, aflora como la forma organizativa de autogobierno. Tanto las asambleas del 2001 en Argentina como las insurrecciones populares de Egipto, Túnez, y en Grecia la Plaza Síntagma, etc. asumieron características de la comuna de París. En Europa y en el Norte de África, las asambleas populares son expresiones de la necesidad de libertad y de dignidad que se manifiestan en el autogobierno.
Este texto que ofrecemos, fue escrito por Marx al calor de la experiencia de la Comuna de París, que si bien tuvo una breve duración de dos meses y medio y fue derrotada a sangre y fuego con más de 20000 victimas fusiladas en el paredón del cementerio de Père-Lachaise, desparramó semillas de la insumición social que hoy en día siguen brotando. Por eso es un libro de enorme actualidad.
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