Las pandemias, otra cara de la guerra capitalista

 La infección del miedo y la histeria de los expertos

Rafael Sandoval Álvarez

 

El estado de animo de la expectación, merced al cual toda una serie de las más activas fuerzas psíquicas pueden ponerse en juego para determinar la provocación y la curación de afecciones corporales. No cabe duda con respecto al papel de la expectación ansiosa, y sería importante establecer con certeza si tienen efectivamente la influencia que se atribuye en relación con enfermedades: si, por ejemplo, es cierto que durante el dominio de una epidemia, los más expuestos son precisamente los que más temen contraer la infección. El estado opuesto, la expectación confiada, o esperanzada (1), es una fuerza curativa con la que en realidad tenemos que contar en todos nuestros esfuerzos terapéuticos o curativos. No de otro modo podríanse explicar los peculiares efectos que observamos con los medicamentos y con otras intervenciones terapéuticas.» (Freud, 1905)

Al parecer será una pandemia, la de COVID-19, la que cierre el último periodo histórico del siglo XX en México. Dicho periodo inicio con la coyuntura que abrió, desde la perspectiva del capital, los cambios que el Estado implemento con la política neoliberal en 1982; o si se quiere mirar desde la perspectiva del sujeto social anticapitalista, la que abrió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (2) con su lucha e insurrección armada en 1994, precisamente como contradicción y alternativa a la acción del sujeto del capital que genero a su vez la iniciativa que reestructuraría al capitalismo, luego de su ultima crisis de la época del desarrollo estabilizador que se conoció como estado de bienestar. Este proceso fue antes del EZLN y quien lo provocó fue la segunda ofensiva revolucionario que tuvo como momento clave el 68. El EZLN llega, por el contrarió en el inicio de la crisis del neoliberalismo, y como expresión del comienzo mismo de la crisis del neoliberalismo.

Se trata de un periodo histórico que lleva cerca de cuarenta años desplegándose, si consideramos como punto de partida significativo al final de los años setenta cuando comenzó a instaurarse el neoliberalismo, o cincuenta años si consideramos la revuelta del 68 en el mundo que marco el fin de la estrategia liberal capitalista, en lo que se refiere a su forma de economía política, me refiero a la estrategia de acumulación capitalista que se conoció como estado de bienestar y en México del desarrollo estabilizador.

Como se podrá apreciar, aquí pongo el acento en la rebelión zapatista de 1994 como indicador que da cuenta de la perspectiva del sujeto anticapitalista dentro de este periodo histórico. Por supuesto que la iniciativa de algún otro sujeto social podría generar una reacción a la estrategia del sujeto del capital que hoy aprovecha al COVID-19 para operar el redimensionamiento de su estrategia de dominación y explotación. Sin embargo, no parce haber ninguna respuesta organizada ni de los llamados gobiernos progresistas de izquierda ni de ninguna convergencia de organizaciones sociales anticapitalistas, al menos a corto plazo.

Quien si parece que puede lograr una reconversión que reestructure las bases de sustento de la reproducción del capitalismo es la fuerza que ha evolucionado con la perspectiva de lo que se ha dado en llamar el capitalismo verde pero en alianza con sectores importantes de la derecha fascista que se han apoderado de la operación de los aparatos de Estado de algunas naciones del planeta. Es decir, las fuerzas del capitalismo necesarias para contener y mantener en el terror a las fuerzas de las comunidades y pueblos indígenas del planeta que cada vez son más las que asumen su propio proyecto de autonomía, en los márgenes y/o más allá de las instituciones capitalistas.

Con todo, es necesario mantener el debate y la crítica a pesar de que haya quien intente despreciar dicho debate (3), aludiendo a que hay sectarismo, pues no hay que olvidar que es la forma de descalificar, llamando sectarismo a quienes toman postura política contra el orden establecido, es habitual hablar de sectarismo cuando se trata de defender cierta radicalidad en la práctica y la teórica. En el fondo es una lucha de la defensa de la verdad contra el mundo de ilusiones, una de tantas de esas es el liberalismo conservador democratista. No perdamos de vista la necesidad de tomar postura, la pertinencia de saber que se está en uno u otro bando en la guerra actual y por tanto no se debe temer colocarse contra la perspectiva del liberalismo conservador que esta de moda como lo políticamente correcto en época de pandemia.

Sabemos que es mucho lo que falta de saber, sin embargo, se ha ocultado el papel que están jugando las grandes industrias que se han enriquecido con la privatización de los servicios de salud y cómo es que la investigación científica ha estado, en mucho, subordinada a los intereses de los monopolios farmacéuticos. No estaría mal que los expertos y científicos que hoy solo repiten los ecos de las informaciones y análisis de la burocracia del Estado, empiecen a realizar sus propias investigaciones y nos informen de manera concreta y consecuente en la perspectiva de una solución radical de los males que son producto de un sistema social y económico específico, como el capitalista. Habrá que ver si el problema no es que están siendo influidos por el estado de animo de la clase media quien se comporta como infectados por el miedo y solo reaccionan con síntomas de histeria ante la incertidumbre que les genera haber perdido la normalidad y el confort al que estaban acostumbrados.(4)

Por lo pronto, el presente ensayo aborda una dimensión que es de las menos tratadas en los cientos o miles de artículos que se han difundido en estos meses desde que se decretó la pandemia por el COVID-19. La dimensión de la subjetividad de los sujetos que está siendo objeto de un proceso de fetichización intensa y que está siendo favorecida luego de aparecer legitimada la vigilancia por las extensas redes de cámaras de vigilancia, y demás recursos tecnológicos que están siendo ensayados para dar seguimiento a la movilidad de las personas, así como de las estrategias de control y aislamiento para dejar el espacio público libre de presencia de gente, como si fuera una especie de toque de queda.

No cabe duda de que independientemente de que será necesario favorecer toda iniciativa en la perspectiva de la destrucción de lo que nos ha estado destruyendo: el capitalismo y su Estado, será imprescindible deshacer también las formas de ser y hacer que traen consigo una subjetividad acorde con las formas de dominación capitalista, patriarcal y colonial: lo cual implica y exige, para decirlo de manera general hacer consciente lo inconsciente en todo aquello que hace posible la reproducción de las relaciones de dominación; es decir, se requiere todo tipo de iniciativas que traigan consigo la conciencia histórica, la conciencia política, la conciencia teórica y la conciencia psíquica que nos ponga en situación de destruir lo que nos destruye y nos niega la vida digna y la creación de otro forma de vida.

 

Trascendencia de la dominación capitalista en la dimensión psíquica e histórica de la subjetividad en el contexto de la pandemia de COVID-19

 

La estrategia de despojo de los saberes y la experiencia, del conocimiento y del territorio del imaginario es otra forma de contrainsurgencia que pretende atacar la resistencia y la insubordinación de los sujetos que de por sí ya no tienen que perder mas que la falta de una vida digna y que en los últimos años ha empezado a moverse contra la política capitalista que soporta la violencia y la muerte de las mujeres, de los migrantes, de lxs jóvenes y lxs adultos mayores, por dar sólo algunos ejemplos.

Esta forma de contrarrestar la indignación de los de abajo que ahora padecen y soportan -además de desplazamiento forzado de sus territorios, desaparición, feminicidios y violencia, hambre y represión policiaca-, una serie de medidas de contención y control que se ha dado en llamar aislamiento y encierro ante el peligro de la pandemia de COVID-19, tiene una dimensión que poco se atiende debido a que esta enmascarada con el supuesto de que es una valoración científica de expertos, me refiero a la estrategia que han operado los burócratas de las instituciones de gobierno, de las universidades y de los medios de comunicación.

Me abocare a tratar una problemática que puede parecer extraña, pero que considero urgente atender. Se trata en el fondo, de despojo de saberes e imaginarios que trae consigo una escisión entre las dimensiones bio-psico-social-histórica de los sujetos, quedando a merced de un proceso de subjetivación donde la sociedad del espectáculo y el consumo de datos y estadísticas impone el ofrecimiento de un sentido de la vida que está bajo la lógica racional e instrumental de crear miedo y terror manipulando lo que siempre ha hecho desde hace milenios la ideología religiosa, el miedo a la muerte y saberse mortales; y ahora pretende hacerlo la ciencia positivista de manera más contundente que cuando apoyo a la ideología religiosa en los tiempos de la santa inquisición contra los saberes de las mujeres que llamaron brujas y que resistían al patriarcado.

Especialmente se promueve la separación fragmentación de la memoria histórica, del hacer actual y de construcción de un horizonte histórico. Ruptura de la conciencia histórica. Incapacidad de conciencia teórica. Incapacidad de conciencia epistémica. Incapacidad de conciencia psíquica. En este sentido, es urgente el reconocimiento de la conciencia de la necesidad y de la necesidad de conciencia de movernos más allá de la racionalidad capitalista y en perspectiva de la autonomía como proyecto. Es urgente pues caer en cuenta de la situación en que nos encontramos ante una nueva pandemia que, como todas las que se han dado, han tenido implicaciones policías a favor de la dominación y así seguirá siendo hasta que se destruyan las relaciones sociales de dominio. Ahora es aprovechada para resolver los problemas de la crisis económica capitalista, temática que no abordaremos aquí, ya que hay una gran cantidad de artículos publicados al respecto.(5)

El objetivo clave de la estrategia contrainsurgente del sistema de dominación capitalista es moldear-manipular las pulsiones psíquicas y las representaciones afectivas-emocionales de manera que se de una servidumbre voluntaria como resultado del proceso de socialización mediante el proceso de sublimación que nos obliga a cambiar de sentido a nuestras necesidades y deseos, y a doblegar el pensamiento a una forma de adaptación a teorías heredadas con sentido de sometimiento y conformismo a lo que “existe”.

De lo anterior hay ejemplos extraordinarios incluso en personas que aparentemente siempre han manifestado un sentido ético para la vida social y política (no pocas veces rayando en lo moralista), que cuando les confronta una situación de peligro en potencia, y sienten en peligro su seguridad, y se les trastoca el sentido de la vida en resguardo, confunden el saber vivir dignamente con el llevar la vida en congruencia con las demandas de la sociedad del espectáculo que los “arropa” en una supuesta vida de bienestar y seguridad. Pero se trata de una modalidad del buen ciudadano pastor que procura la seguridad de sus mas cercanos seres queridos aunque su discurso publico es porque todos tengamos esa posibilidad sin cumplir con los acuerdos que se toman en lo colectivo para que se avance en ese sentido. Un buen pastor colocado desde la izquierda ilustrada, “bien informada” y liberal.

La forma en que se modela la dependencia y la representación. De manera que se inserta la jerarquía y la subordinación por medio de la burocracia de los expertos, que consolida la división entre el que sabe y el que no sabe, sólo fractura el hacer-pensante. Tal vez ilustra la idea de pensar que la forma extractivista, para el caso de los saberes y el conocimiento, la ciencia de los expertos, usando datos, estadísticas y graficas, emula el fracking y el outsourcing, al servicio del capital que promueve la reconversión industrial y la apariencia de un capitalismo verde y limpio.

Sin embargo, no subestimemos que la insoportable conciencia de que somos mortales y cómo está siendo manipulada para generar procesos de desubjetivación para la perdida-de-sentido de la vida trascendente a cambio de una forma de existencia “que se ilusiona con retardar la muerte al vivir lo que se puede vivir ya que no hay posibilidades de vida digna” donde la cuestión es obstruir el despliegue de la autonomía singular y colectiva, la dignidad.

Se trata de una forma de extractividad de los deseos y las necesidades, de las pulsiones, para ponerlas al servicio de una relación social de servidumbre y dominio. Movilizando a través del terror y el horror para instituir formas de vida en las que el espectáculo se da a través de la manipulación del miedo y la dependencia por carencias que se ocultan, ofreciendo soluciones que sólo impactan en el síntoma que representa el modificar el tipo de objeto o forma de dependencia y no en resarcir la carencia que satisface la necesidad de conocimiento, de hacer humano creador, y se da a través también de movilizar el cuerpo-soma y el cuerpo-social en procesos de desplazamiento, expulsión y desterritorializacion, para instituir formas de reordenamiento tipo campos de concentración urbanos en donde la calle misma es un campo de guerra.

Ahora, con la pandemia del COVID-19, se agrega otra forma de despojo y desplazamiento que se suma a las que ya venían operando. Se da con la forma en que se promueve el aislamiento y el encierro, sin resolver de antemano que queden garantizadas la necesidades de quien no puede hacerlo porque está obligado a conseguir comida y demás necesidades básicas. Peor aún, con la forma en que se plantea el encierro y aislamiento se aprovecha para desemplear, despojar de la forma de sobrevivencia que aunque precaria, millones de personas han desplegado para sobrevivir.

En esta última etapa de evolución capitalista, con la revolución científica tecnológica que estamos viviendo, hoy se despliega la fragmentación de las diferentes dimensiones de la subjetividad y muy especialmente se somete como nunca a la dimensión psíquica en su condicionamiento con el hacer política y con el hacer de la reproducción de la vida, para que se garantice el sometimiento y la servidumbre voluntaria.

El contexto actual en que se recrea una subjetividad sometida, aparentemente voluntaria, implica un proceso que la produce, un proceso histórico social concreto, que emerge de condiciones que se están dando a fuerza de la dominación violenta que abarca todos las dimensiones de la subjetividad de los sujetos. Un tipo de socialización que exige la sublimación de una manera que despoja incluso de la capacidad de imaginación.

Es decir, la discusión sobre las formas de hacer la solidaridad y el apoyo mutuo, ni siquiera aparece en el horizonte de la cotidianidad, en la práctica cotidiana, sino solo en discurso. Dar cuenta de la construcción de otra subjetividad ante la violencia del Estado-capital, implica, antes que nada, dejar de reproducir preceptos de la racionalidad liberal positivista y funcionalista respecto de cómo enfrentar las pandemias de todo tipo. Saber que todo lo aprovecha el capital y el Estado en la guerra total que tiene contra toda la humanidad; específicamente el despliegue de la subjetividad dominante que se manifiesta en cooptación, inhabilitar y pervertir nuestros afectos pulsionales en representaciones mercancías.

Problemáticas concretas como la construcción de una subjetividad para la resistencia anticapitalista que no se configure como resistencia derrotada desde el embrión que representan las formas de hacer la vida, política, conocimiento, etc., son problemáticas que urge discutir y resolver.

Preguntarnos si quienes acompañan los procesos de la resistencia a la violencia, ong´s, partidos, académicos, periodistas, etc., al colocarse desde fuera de los márgenes del dolor y la rabia, de la subjetividad de los sujetos que viven la violencia del Estado-capital, agregan la violencia de la interpretación con base en saberes de una ciencia positivista mercantil. Preguntarnos si la solidaridad instrumental emanada del sentimiento de culpa deviene en violencia, jerarquía y burocracia asistencial. Preguntarnos cómo elucidar que la dependencia y la representación delegatíva preparan la disposición al dominio y la violencia en la relación social instituida, la violencia de la legalidad, así como el hacer política sometida a la racionalidad instrumental de la relación dirigentes-operadores: gobernantes-gobernados, los que saben y los que no saben.

Preguntarnos si la autonomía en la lucha por la defensa de la vida digna, exige ser pensada considerando que la guerra, su estrategia de contrainsurgencia, la acción cotidiana de la función de policía del Estado, son un acontecimiento generalizado. El contexto actual es de una brutal ofensiva en favor del despojo y la privatización del territorio y de los bienes comunes (tierras, educación, salud, materias primas naturales, seguridad laboral y seguridad pública), ofensiva desplegada por los capitalistas en contra de la población. Para esto, se innova en la estrategia de contrainsurgencia, sobre todo en el ámbito urbano, intentando inhibir y desarticular la insubordinación del pueblo, antes de que se desborde.

Problematizar la insubordinación desde la perspectiva que aquí interesa es para repensar la resistencia a la dominación, de modo que permita evitar caer en la lógica y racionalidad de las formas de hacer que facilitan la fragmentación, la cooptación y el control, que cada vez más se enfocan a intervenir en el seno de los propios movimientos de resistencia contra el despojo y la represión.

Preguntarnos en el mismo sentido, si los académicos de las instituciones de educación superior, universidades y centros de investigación, trabajan para los programas de las diferentes secretarias del gobierno, o si están priorizando a los sujetos sociales en sus necesidades y posibilidades en esta coyuntura y a largo plazo, en la perspectiva de crear condiciones para una vida digna.

Con la estrategia implementada para contener el COVID-19, se trata de inhibir que en el espacio familiar de la casa y el barrio, que es el ámbito de la reproducción, se resuelvan por parte de la gente los problemas de alimentación, salud y educación, la atención a los adultos mayores y los niños, la atención, en suma, en todas aquellas actividades que hacen posible la vida digna, así como la necesaria reparación física y psíquica. O se trata de que no se presenten alternativas autogestivas de la reproducción de la sobrevivencia, para evitar que se deje de depender del modo de producción económico y social de explotación y así seguir funcionando en las relaciones sociales capitalistas.

No nos vayamos con la finta de que es imposible subvertir el orden capitalista en los espacios de nuestro vida cotidiana, en la calle ocupada por la policía, en la familia aburguesada, en la escuela domesticada. Hagamos conciencia que el policía, el comunicador, el patriarca, el patrón que llevamos en nuestra mentalidad sometida es más determinante que los sujetos dominantes “externos”.

Es un desafío permanente no contribuir en esta cotidianidad de las formas de hacer la reproducción de la vida y la sobrevivencia que la racionalidad capitalista implica a través de formas de organización, lenguajes y gramáticas, es decir, de la narrativa contrainsurgente. Estas cuestiones no son ni deben ser tratadas de forma banal; el qué hacer político anticapitalista y antiestatista exige una atención consecuente y responsable con esta perspectiva. No podemos ser omisos ni indolentes al respecto pues los caminos del infierno capitalista están llenos de buenas conciencias y buenas intenciones. Los operadores de la inteligencia política de la clase dominante cuentan con nuestra capacidad instalada para fetichizarnos y saben que el infrapoder instituye los mecanismos más profundos y primarios de la dominación (6).

Retomando las experiencias de la guerra de baja intensidad que el Estado operó desde hace varias décadas, manipulando “…los afectos, el cuerpo, la representación y lenguaje, que constituyen un tejido indisoluble desde los comienzos de la vida” (Aulagnier, citada en Sternbach, 2013: pág.), los capitalistas han configurado una compleja guerra psicológica en la que utilizan los avances tecnológicos y las formas más brutales para la manipulación del miedo a la muerte.

En todas estas circunstancias se estructuran mecanismos de seguridad y control que garantizan el sometimiento, incluyendo entre los recursos tecnológicos de control la comunicación masiva de los medios electrónicos, con uno de sus objetivos: la normalización de la violencia, la normalización del encierro y el aislamiento, como coadyuvante en la adaptación y sometimiento por miedo y terror; de modo que se impone sistemáticamente la creación de sentido en perspectiva de agresión y muerte.

Pensar qué hacer ante los procesos de despojo de nuestros saberes e imaginario para crear otras formas de hacer la vida, en el ámbito de la salud, educación, cultura, implica estar conscientes de que las instituciones que surgieron de la revolución de principios del siglo XX, ya están privatizadas de manera formal unas y otras por la vía de los hechos por lo que ya no cumplen el objetivo para el que fueron creadas. Habrá que tener claro que la contrarrevolución generó una La ley, la Constitución Política de México, que incluso ya es letra muerta en muchos de su postulados: los artículos donde se especificaba que la educación, la salud, la vivienda, el salario, la cultura, etc., deberían ser públicos y garantizarse para todos los mexicanos, han sido violados e incluso se han hecho leyes que los contradicen.

Hoy es estratégico mantenerse con dignidad ante las políticas de cooptación, represión y engaños de los gobernantes en turno. Hoy hay condiciones para que las comunidades, pueblos y barrios puedan sacar adelante sus proyectos, sin los gobernantes y empresarios o sometiéndolos a mandar obedeciendo la voluntad popular. Se puede resistir a los planes y políticas de privatización en tanto nos apropiemos por vía de hechos de los espacios comunales y sociales. No es posible que les alcance su fuerza militar y policiaca para cuidar en todos lados. En adelante esa fuerza perderá capacidad de obligar a la gente, no sólo por debilidad propia y deslegitimidad, sino porque cada vez más y más gente estará actuando para recuperar su territorio y sus espacios de vida y trabajo con mayor energía.

 

Posdata

 

A solo unas semanas de haber escrito (7) este articulo señalo en el ultimo párrafo lo siguiente:

  1. Que hay condiciones para que las comunidades, pueblos y barrios puedan sacar adelante sus proyectos, sin los gobernantes y empresarios o sometiéndolos a mandar obedeciendo la voluntad popular.
  2. Que se puede resistir a los planes y políticas de privatización en tanto nos apropiemos por vía de hechos de los espacios comunales y sociales.
  3. Que no es posible que les alcance su fuerza militar y policiaca para cuidar en todos lados. En adelante esa fuerza perderá capacidad de obligar a la gente, no sólo por debilidad propia y deslegitimidad, sino porque cada vez más y más gente estará actuando para recuperar su territorio y sus espacios de vida y trabajo con mayor energía.

Es importante resaltar que apenas unos días después, se da el acontecimiento que se convertía en el dispositivo que abrió una coyuntura que genero la movilizaciones de millones de personas en todo el planeta. El asesinato de George Floyd, el 25 de mayo de 2020 en Powderhorn, en la ciudad de Mineápolis, Minesota (Estados Unidos).

George Floyd, un hombre afroamericano estadounidense, murió por asfixia por falta de oxígeno, provocada por el oficial Derek Chauvin, quien tras esposarlo y ponerlo boca abajo con la ayuda de los agentes Thomas Lane y J. Alexander Kueng; el oficial presionó al arrestado contra el pavimento con su rodilla apoyada sobre el cuello de George Floyd durante 8 minutos y 46 segundos. Floyd, mientras era detenido, repitió varias veces la frase «I can’t breathe» (en castellano, «No puedo respirar»). Mientras esto sucedía, el oficial Tou Thao, quien también se encontraba en la escena, se limitaba a observar y controlar a los presentes. Este suceso fue grabado con los teléfonos móviles de los presentes y difundido en diversas redes sociales.(8)

Lo que quiero observar aquí es que ciertamente se abre, como siempre, producto del hacer de los sujetos sociales9, luego de cientos de años de dominación capitalista que se ha sostenido gracias a la guerra contra la humanidad toda y en la que ha utilizado el esclavismo, el racismo, el colonialismo, y mil formas de exterminio, explotación y dominio bajo el terror de Estado, la posibilidad real de que el próximo periodo histórico del siglo XXI, se ensayen de manera mas evidente formas de hacer política que muestren la capacidad de construir territorios en que la propias personas que los habitan se encarguen de la seguridad, el cuidado,

Además, es importante no banalizar ni subestimar que el sujeto del Capital y particularmente su Estado, no se quedará quieto ante la respuesta de la gente, véase por ejemplo un simple dato que ilustra que efectivamente enfrentamos una guerra capitalista, sólo durante las protestas ante el asesinato de George Floyd han seguido reprimiendo y utilizando el asesinato para detener y contener la protesta:

Al 1 de junio de 2020, dieciocho personas han muerto durante las protestas y disturbios:

  • El 27 de mayo en Minneapolis, Minesota, Calvin Horton Jr. murió de un disparo mientras estaba frente a una tienda de empeño que estaba siendo saqueada.
  • El 29 de mayo en Detroit, Míchigan, un hombre falleció luego de que su vehículo fuese impactado por múltiples disparos mientras estaba cerca de una manifestación.
  • El 30 de mayo en Oakland, California, un oficial de seguridad del Departamento de Seguridad Nacional fue asesinado a tiros frente a un tribunal federal.
  • El 30 de mayo en St. Louis, Misuri, un hombre murió después de quedar atrapado entre un camión de FedEx en la carretera interestatal 44.
  • El 30 de mayo en Indianápolis, Indiana, dos personas murieron durante la madrugada debido a «múltiples tiroteos» ocurridos mientras se manifestaban y otros tres resultaron heridos.
  • El 30 de mayo en Chicago, Illinois, un hombre murió de un disparo y su acompañante resultó herido luego de que ambos fueran agredidos por otra persona.
  • El 30 de mayo en Omaha, Nebraska, un manifestante fue asesinado de un disparo mientras estaba frente a un bar.
  • El 1 de junio en Louisville, Kentucky, un hombre fue asesinado durante un tiroteo contra la Policía de Louisville y la Guardia Nacional de Kentucky.
  • El 1 de junio en Davenport, Iowa, dos personas murieron y otras dos resultaron heridas, incluyendo a un oficial de policía, tras múltiples tiroteos.
  • El 1 de junio en Cicero, Illinois, dos personas fueron asesinadas a tiros tras una tarde de disturbios. Los disparos fueron disparados por agitadores externos.
  • El 2 de junio en St. Louis, Misuri, el capitán de policía retirado de 77 años David Dorn fue asesinado a tiros por saqueadores en una casa de empeño. El tiroteo se transmitió en vivo por Facebook.
  • El 1 de junio en Las Vegas, Nevada, la policía disparó y mató a Jorge Gómez, que caminaba entre los asistentes a una manifestación cuando esta casi finalizaba.
  • El 2 de junio en Filadelfia, Pensilvania, el propietario de la tienda de armas, Firing Line Inc., disparó fatalmente a un saqueador mientras intentaba entrar a la tienda en la sección sur de la ciudad.
  • El 2 de junio en Filadelfia, Pensilvania, un saqueador de 24 años murió en la explosión de un cajero automático tras ser disparado por la policía cuando intentaba escapar con el dinero que tomó.
  • El 2 de junio en Vallejo, California, Sean Monterrosa, un hombre de 22 años, fue asesinado a tiros por la policía mientras estaba de rodillas con las manos en alto. Cuando Moterrosa levantó sus manos, se reveló un martillo de 15 pulgadas metido en su bolsillo, que se confundió con una pistola. Un policía disparó contra Moterrosa cinco veces.
  • El 3 de junio en Bakersfield, California, Robert Forbes, un hombre de 50 años fue asesinado después de ser atropellado por un vehículo mientras marchaba entre California Avenue y Oak Street. El incidente fue captado en video y distribuido ampliamente en las redes sociales. Forbes fue transportado al Centro Médico Kern, donde permaneció en estado crítico durante tres días antes de morir. La policía negó que Forbes haya sido golpeado intencionalmente, mientras que otros disputan esta afirmación. La policía no contuvo al conductor con esposas y le permitió fumar un cigarrillo, lo que causó indignación en las redes sociales. El 6 de junio se celebró una vigilia a la luz de las velas en Forbes.
  • El 6 de junio en Oakland, California, Erik Salgado, de 23 años, fue asesinado a tiros por agentes de la Patrulla de Carreteras de California durante una persecución de vehículos. La novia de Salgado, una pasajera en el vehículo, resultó herida. Los investigadores creían que el Dodge Challenger de Salgado era uno de los 72 autos que fueron robados recientemente de un concesionario Dodge en San Leandro, California, en un saqueo. (10)

Con todo, la movilización en las calles no ha dejado de darse durante semanas y en cientos de ciudades de los cincuenta estados que conforman todo el territorio de Estados Unidos, además de en decenas de países de todo el planeta. Más aún, se iniciaron algunas iniciativas político-organizativas que muestran la capacidad instala por años de lucha y resistencia, que ahora han adquirido dimensiones de rebeldía e insurgencia en perspectiva de autonomía, por ejemplo una toma territorial en el centro de Seattle que se ha declarado “Zona Autónoma de Capitol Hill (CHAZ o La Zona), también conocida como Free Capitol Hill es una comunidad intencional anarquista auto-declarada y comuna de alrededor de 300 residentes, cubriendo unas seis manzanas del barrio de Capitol Hill en Seattle, Washington.” Esta iniciativa altamente significativa por el país, el espacio geográfico y la postura política de quienes la generaron el 8 de junio de 2020, después de que el Recinto Este fuese abandonado por el departamento de policía de Seattle, se puede apreciar (mirando más allá de lo evidente que solo se refleja en los medios de comunicación de prensa y en los estudios académicos mas positivistas y liberales) como parte de una forma de hacer política de resistencia, rebeldía y autonomía como proyecto que viene dándose en todo el planeta y que solo tiene visibilidad en casos extraordinarios como el de las comunidades autónomas zapatistas en Chiapas, México o en el territorio Kurdo con las comunidades autónomas que han desplegado las mujeres kurdas. Por supuesto desconocemos cuantos cientos de millones de chinos, indios, y demás habitantes de todos los territorios que ocupan los estados-naciones-países del planeta están siendo ocupados desde una perspectiva de resistencia anticapitalista y con perspectiva de autonomía como proyecto de vida. Por lo pronto, estemos atentos a la subjetividad emergente que se despliega por todo el planeta.

 

Notas:

1 La idea de expectación y expectación ansiosa de Freud alude a las  expectativas que se generaban en un sentido favorable o bien angustiante con respecto a la esperanza que se podría tener o no para resolver los problemas y dicha expectación resultaba de la forma de crear el ánimo y la disposición para enfrentar dichos problemas de sobrevivencia.

2 Cuando se analiza y piensa en la lógica historicista de épocas, periodos y coyunturas, se pierde de vista que también en dicha lógica se implica la perspectiva desde sujetos concretos, sobre todo si se atiende que dichas coyunturas y periodos se abren y cierran en función de las iniciativas y acciones concretas de los sujetos sociales. Así, pensar desde la perspectiva de sujetos sociales concretos y sus iniciativas y hacer-pensante, exige atender las iniciativas que dan inicio a procesos que condicionan relativamente -si consideramos que siempre se trata de sujetos con contradicciones y ambigüedades, y en conflicto y lucha contra otros sujetos sociales-, las coyunturas y periodos respectivos a los que hago referencia. Entonces, en este caso, me refiero a la coyuntura abierta en 1994 por la iniciativa de rebelión y revolución que genero el Ezln; en contraste con lo que podría ser la iniciativa que abría la acción que el Estado y el capital mexicano con el tratado de Libre Comercio y el proceso de violencia y represión que había iniciado años antes para despojar de su tierra y territorios a los pueblos indígenas, particularmente a los del estado de Chiapas, para poder explotar los que ellos llaman recursos naturales en la perspectiva de la reestructuración neoliberal del capitalismo en México.

3 También, como consecuencia de esta coyuntura resultan una serie de manifestaciones de los diferentes sujetos. Una que ha llamado la atención por su forma de desplegarse de manera obsesiva compulsiva se observa en los científicos y su pléyade de supuestos expertos en las diferentes áreas de especialización. Particularmente me ha llamado la atención como algunos de estos científicos universitarios ven en la crítica un intento de cuestionar su perspectiva epistémica y ética, que subyace a las técnicas y tecnología que utilizan para crear datos y medir. Regularmente ni siquiera hacen buenas descripciones de la apariencia de los fenómenos que trae consigo la pandemia y sus efectos en la economía, la cultura cotidiana, etc., sin embargo, reaccionan ante las críticas, haciendo alusión a los críticos que cuestionan sus formas de hacer las evaluaciones estadísticas de la evolución de la pandemia de COVID-19. Se traslada, como es costumbre cuando se sienten cuestionados, a formas instrumentales de descalificación, cuando solo se trata del debate y problematización entre las diferentes perspectivas teóricas y políticas.

4 Cabe destacar, que hay muchos científicos (y algunos de los que solo repiten lo que otros científicos están diciendo) que se han puesto muy sensibles a la crítica de sus formas de hacer estadísticas y análisis de datos, acorde con la ciencia heredada y que llevan décadas erigidos en tribunal para calificar y decidir lo que es verdad y ciencia, y lo que no. Valga ilustrar con un ejemplo que está aconteciendo en los establecimientos de las instituciones educativas. Las universidades públicas y en general todo los niveles escolares en donde millones de estudiantes y profesores suspendieron sus funciones a nivel presencial, han desplegado una forma de continuidad de sus tareas y trabajos que “obligo” a utilizar, fundamentalmente, las redes virtuales por medio de internet desde el mes de marzo del año 2020. Esto podría facilitar que la tendencia a la privatización encubierta de la educación pública se concrete, lo mismo que los efectos que trae consigo como son la precariedad en la calidad de la formación, la exclusión de quienes no cuentan con la  infraestructura necesaria, como tener una computadora con conexión permanente a internet, sólo para mencionar las exigencias directas que esto trae consigo en el proceso enseñanza-aprendizaje, pues imaginemos lo que significa que la mayoría de los estudiantes trabajan para su sobrevivencia y en ese campo, de la empresa y el trabajo, también hay efectos que se manifiestan ya en una reestructuración que lo primero que trae es el desempleo, la eliminación del trabajo informal, el desecho de millones de trabajadores migrantes, asalariados de cientos de miles de pequeñas y medianas empresas y cientos de miles de trabajadores del comercio informal, entre otros . Así como en los establecimientos educativos se están gestando procesos en la perspectiva de una reconversión que favorezca las reestructuraciones no solo de las formas de producción sino de las relaciones sociales que las hagan posibles, seguramente se están dando en otras instituciones y establecimientos.

5 Ver por ejemplo: https://rebelion.org/covid-19-y-los-circuitos-del-capital/ – http://comunizar.com.ar/tag/coronavirus/ –  https://es.wikipedia.org/wiki/Pandemia_de_enfermedad_por_coronavirus_de_2019-2020

6 Dice de la memoria. Argentina, 2010. Castoriadis que “…anterior a todo poder explícito y, mucho más, anterior a toda dominación la institución de la sociedad ejerce un infra-poder radical sobre todos los individuos que produce. Este infra-poder-manifestación y dimensión del poder instituyente del imaginario radical-no localizable […] (pues es) ejercido por toda la sociedad instituida […] Poder instituyente que es a la vez el del imaginario instituyente […] en tanto que absoluto y total, el infrapoder de la sociedad instituida, está, pues, abocado al fracaso”, en El Mundo Fragmentado Uruguay la ciudad de edición es Montevideo? 1990, ed. Altamira.

7 Lo termine de escribir los primeros días de mayo del 2020 y se publicó el 10 de junio en Pueblos en camino y en Comunizar el 11 de junio.

8 https://es.wikipedia.org/wiki/Muerte_de_George_Floyd

9 En este caso en respuesta no a este último caso de muerte por racismo y clasismo, bajo la cobertura del desprecio y la represión que esta legalizada en casi todo el planeta…

10 Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Protestas_por_la_muerte_de_George_Floyd. Aquí se puede ver en detalle como aconteció cada caso que se enumera.

 

 

 

Scroll al inicio