Encuentro de discusión sobre: “Palabras del EZLN a las redes de Apoyo al CIG”

Seminario Subjetividad y Teoría Crítica, Puebla, México, 16 de agosto de 2018

Desgrabación parcial del encuentro de discusión sobre el documento:

“Palabras del EZLN a las redes de Apoyo al CIG”

 

Intervención S:

Es un texto en contra de la inmediatez. La inmediatez nos dice que estamos atrapados por la lógica del poder actualmente existente en la sociedad. Esta lógica del poder tiene que ver con el triunfo de AMLO en la presidencia. En términos teóricos, la inmediatez tiene que ver también con el fetichismo. Mientras más inmediata es la relación, lo que tenemos es que hay más fetichización de la realidad. La inmediatez es una categoría que de alguna manera opaca lo que es la realidad y lo concreto. Esto es lo que sucede hoy. Uno de los aspectos más importantes del texto es que trata de traspasar esa inmediatez y plantearnos una cuestión a partir de la crítica y tratar de producir la noción de crisis de esa inmediatez.

Es importante también la propuesta que es una actualización y profundización de la Sexta, para poder enfrentar este predominio de la inmediatez. El texto es importante como ruptura de la inmediatez, que da una perspectiva que trata de romper el poder de la inmediatez, de la fetichización de las relaciones sociales.

 

Intervención:

Leyendo la opinión de algunos intelectuales afines a AMLO, me preocupa la propuesta de maquillaje de la realidad, planteando que el triunfo es de AMLO, que anula a los treinta y tantos millones de votantes, y acepta de manera fáctica el hecho de la delegación absoluta del poder. Habría que analizar las causas que hicieron que la gente fuera a votar. ¿De quién es verdaderamente el triunfo? Hay una reedición de la historia que Morena y sus intelectuales y todo el sistema de conjunto hace la historia reciente mexicana: por fin AMLO ganó, como si no hubiera ganado antes, deja de lado el fraude y asume el discurso de que ahora sí ganó, es como si la población de México no llevara treinta años luchando, también por la vía electoral, para que las cosas cambien. Esta reflexiones me llegaron cuando leía a Gustavo Esteva y me parecía escasa su reflexión. Lo que no sé es si la propuesta que surge en el texto de los zapatistas está a la altura del análisis realizado. No tengo un pulso de la densidad del tejido de la red nacional de apoyo al CIG.

 

Intervención:

Todos los seminarios que han armado los últimos años los zapatistas nos han hechos entender cómo está configurado el sistema. Lo que me preocupa es que siento que no hay una propuesta sólida. Un poco como que el análisis no queda a la altura de la propuesta. Los zapatistas dicen “organícese” pero parece que no logra cuajar en la sociedad. Eso es lo preocupante.  No se si se puede seguir otros doce años  sin que una propuesta tome más forma. El “organícense” no parece decir mucho. Tiene que venir un período de autocrítica del zapatismo, ¿por qué no ha funcionado? ¿Somos sectarios?

 

Intervención J:

Me gustó mucho el texto con los dos discursos. Me gustó mucho y en términos generales me parece correcto el análisis. Me gusta que dicen desde el principio que hay que ver lo que está pasando a partir del capital mundial. La insistencia de la elección, la insistencia del estado mexicano, es una invitación para analizar todo en términos de México. Ellos dicen que no, no lo haremos así, empezaremos desde el mundo. Desde las relaciones capitalistas en este mundo. Y si lo vemos a partir de allí, vamos a ver que los gobiernos de cualquier estado tienen que ser como capataces del capital mundial. No tienen otra opción. Tienen que promover la acumulación del capital. No tienen salida. Lo mismo para gobiernos de izquierda que para gobiernos de derecha. No me parece correcto cuando dicen que AMLO es la más derecha de las opciones. Era la opción más a la izquierda y por eso puede ser que sea el gobierno que sea con más posibilidad de imponer las políticas del capital. Por el tamaño de su victoria y por su imagen, es muy posible que tenga la posibilidad de imponer políticas procapitalistas que ningún gobierno de la derecha hubiera podido imponer.

Lo que no me gustó y donde tengo una crítica, y por eso quería circular el artículo de Gustavo Esteva, porque Gustavo ha sido zapatista desde el principio, nunca lo he visto escribir una palabra criticando a los zapatistas, y  me parece que esta vez sí lo está haciendo. No abiertamente, pero está como  no siguiendo la línea de los zapatistas. Está diciendo que tenemos que empezar desde la esperanza. Eso me parece muy importante. Porque una cosa es decir que es muy posible que el gobierno de AMLO sea procapitalista y autoritario, pero entonces qué hay de los treinta millones que votaron por él. Galeano dice que los treinta millones no importan porque nosotros tenemos nuestras ideas. Yo creo que sí importan  y tenemos que pensar en la elección como expresión de su esperanza, una expresión totalmente fetichizada. Una esperanza que muy fácilmente se va a convertir en una desilusión. Tenemos que pensar en eso porque la experiencia de los últimos diez años es que la desilusión con los gobiernos progresistas está llevando a la gente a la derecha, apoyando a gobiernos abiertamente autoritarios. Eso me gustó en Gustavo. Tengo críticas también, porque AMLO no es tan honesto como él dice. Pero imagino que dice que hay que tomar en serio esta expresión de la esperanza. En lugar de decir: son todos reformistas, hay que pensar cómo interpelar esa esperanza. En ese sentido parece que Gustavo está abriendo un debate, una reflexión, dentro del mundo zapatista.

 

Intervención:

Hay que contextualizar el texto. Tiene que ver con las realidades más atroces que se viven al interior de las comunidades indígenas, y por otro lado, las posibilidades de hacer. Por eso cuando dicen “que retiemble su centro la tierra”, el documento que sacan en noviembre de 2016, no fue sencilla la decisión. Porque era un propuesta que rompía con cualquier parámetro que se considera posible dentro del mundo de la política, pero también dentro del mundo indígena: participar en elecciones con una indígena mujer, está afuera de todo el razonamiento inclusive de los compañeros del CIG.

Esta propuesta se tiene que analizar en relación con su historia, y sus relaciones con nosotros, cercanos al zapatismo. Cuando empieza la campaña, tampoco había acuerdos dentro de la Sexta, hubo muchas discusiones. Finalmente se llega hasta donde se pudo llegar (casi 300.000 firmas). Se hace un balance público (es la única postura ética en todo el basurero electoral). Hubo mucha desigualdad en la intervención en el proceso. Cuando se hace el balance, resulta que no hubo división, sino que fue un proceso bastante interesante para considerar. Han pasado tres etapas de balances.

La propuesta podría dar mucha mayor participación, es una propuesta que intenta llenar el vacío de la izquierda. Hay un vacío que hay que llenarlo, porque AMLO no es un hombre de izquierda, es un hombre de estado, aunque sea el menos peor de los que estaban.

No estoy de acuerdo cómo maneja Esteva a la esperanza. Tendríamos que pensar la esperanza a partir del perfilamiento muy de izquierda, muy a contracorriente. Esta izquierda que hace falta llenarla con mucho cuidado es parte de la propuesta de los zapatistas. El tema de si AMLO es más o menos de derecha, es secundario en relación a las necesidades que tenemos para referenciar a la esperanza consciente, que posibilite la materialización de cambios.

 

Intervención:

Hay una especie de consenso de no hacer un análisis profundo de la composición del voto. La ausencia de este análisis es funcional a la idea de que ganó AMLO. Hay dieciséis millones de votantes que votaron por AMLO porque era lo menos peor. Están contra lo que había. Entre ellos hay de todos los estratos sociales. Si vamos a caracterizar a la esperanza en ese plano, hay que caracterizar a la esperanza en términos de clase. Eso es muy variado.

(…) No digo que el EZLN tenga la razón, sino que se trata de las condiciones que se presentan. El hecho de un gobierno que genere las condiciones para que el capital pueda lograr lo que no ha logrado en los últimos años, aunque tenga un discurso de bienestar, ¿lo hace de derecha o de izquierda? Las políticas asistencialistas y de bienestar, son políticas emanadas del FMI y del BM. Son políticas abiertamente de derecha, orientadas a la desmovilización social y la generación de válvulas de escape para la presión frente al despojo, el destierro y el aumento de la tasa de explotación.

Por ahí es por donde están hilvanando el análisis los zapatistas. Todo el desarrollo inmobiliario, urbanístico, los grandes problemas que está presentando la ciudad de México, se echaron andar con Rosario Robles primero y con AMLO después. Además todos esos proyectos que se vendieron como “ciudad para su bienestar”, son proyectos que estaban estipulados desde el gobierno de Salinas. Existían desde antes y que no había podido llevar adelante el PRI, y justamente quien entra a desorganizar el movimiento urbano popular son los gobiernos de izquierda del PRD.

Me parece que el  EZLN está trabajando el análisis de la confrontación abierta a las organizaciones populares y las organizaciones de lucha, no electorales. Desde ahí es de donde el EZLN está hablando y por eso dice que AMLO es de derecha. La caracterización que hace EZLN sobre el, por así llamarlo, fascismo (ellos dicen camisas pardas). Hablan de tendencias como religiones, la religión del mercado, y una nueva religión que es una religión de un consenso frente a una persona extraordinaria, y después habla de los camisas pardas, están hablando de la conformación de una realidad que al no tener otra palabra utilizo fascismo.

 

Intervención:

La cuestión mesiánica, siempre existe el paternalismo en México, pensar en una receta. El EZLN habla de  organizarse, y no cuaja, pero el EZLN no habla de recetas, no nos va a dar las recetas, organizar significa también abrir posibilidades, romper la continuidad de tiempos y opciones. El punto que veo como positivo, es cuando el manifiesto expresa una posición y no dice qué hacer.

En el articulo de Esteva al final, está Esperanza, Iniciativa, Fuerza Social, pienso que ahí está diciendo que la esperanza auténtica se basara en algo que no sea inauténtico, que no sea ilusorio, que no genere una expectativa que no es real.

El discurso del EZLN, es como un deja vu de la respuesta de hace algunos años. No rompe paradigmas. Por ejemplo en el cuarto punto, hace un llamado internacional, o cuando fue la llamada internacional de hace tiempo a la red de resistencia y la rebeldía, es un deja vu de la llamada a la Sexta. ¿Qué es lo que vamos a hacer? Pensando en el artículo de Esteva me pregunto es posible un movimiento auténtico sin coyunturas, o ¿es la coyuntura la que da la autenticidad del movimiento? Según Gustavo: abrigar esperanza es hacer cosas que tienen sentido. También siento que debemos hacer cosa que no tienen  sentido dentro de la dinámica capitalista.

 

Intervención:

El zapatismo ha aprendido del situacionismo a hacer lecturas situadas. Entonces ellos está hablando situado en la cuarta guerra mundial, y lo que están diciendo es “desde acá les hablamos”. Por qué es importante la pregunta de a quién le están hablando. Apuntan la mirada hacia otro tipos de procesos y expectativas en términos de dejar claro que no se van a acercar para nada al nuevo gobierno. Ha habido expectativas y esto es una respuesta a eso, no vamos acercarnos para nada. Aunque parezca muy radical. Si pensamos quienes y desde dónde están hablando hay que pensar a quiénes les están hablando: les están hablando a los de las redes, que están y que acudieron. Hay una parte interesante, cuando Galeano cuenta que hablaron con sus pueblos y les preguntaron si tenían miedo y dijeron que no, entonces andamos buscando otras personas que no tengan miedo, entonces les pregunto si tienen miedo o si no. Y si no, vamos a buscar a otro lado. Como falta lo que falta, el zapatismo está buscando. Esta buscando al equipo incompleto, ciertos procesos que se están gestando, que  no son los hegemónicos y que aún en éstos siguen generando rupturas que son válidas. A ellos le están hablando.

La cuestión del peligro. Los que caminan son los que hacen los procesos y se organizan. Anuncian el peligro para evitar que se vayan con la esperanza, con esa apariencia. Porque hay que abrir las categorías, los conceptos. A lo mejor podemos discutir la esperanza, tratando de abrir la esperanza. Hay una esperanza en el capitalismo, que tiene que ver con esa “supuesta bondad” del capitalismo, y hay una esperanza que apunta hacia otro lado totalmente distinto. No interesa si es de izquierda o derecha, lo que interesa es si es anticapitalista, porque no se puede jugar ya en términos de izquierda o derecha.

Lo interesante sería ver cómo hubo la organización de la esperanza dentro de las propias elecciones. Hubo organización para las elecciones. La gente, yo vi a muchísimas personas de tercera edad, por ejemplo, como presidentes de casilla, interesados de que no hubiera fraude. Claro que hay organización dentro del capital, están las propias cooperativas. Están las policías comunitarias. Yo creo que de eso están hablando los zapatistas. Están abriendo otra vez las invitaciones. Es como si te invitan a una fiesta, puedes ir o no ir. Si no quieres venir, no vengas, porque nos vas a joder la fiesta. Creo que eso lo aprendieron en el 2006 y lo están aprendiendo del proceso de la Sexta. Una de las cosas que quedaron claras en la Sexta es que se pervirtieron ciertos procesos, porque nos quisieron copiar, y entonces empezaron a generarse ciertos mandos (yo lo vi en el DF, organizaciones que se adhirieron a la Sexta y que terminaron siendo pequeños partidos comunistas). Creo que hay un replanteamiento que han entendido desde “Que retiemblen…”, a partir de otros niveles, la cuestión de abrir los semilleros, la hidra y el planteo de la finca. Creo que queda muy marcada la cuestión de la autonomía, hay una autonomía que el gobierno nos ofrece, que se da a partir de la ley, y hay nuestra autonomía. La organización no se da desde la forma capitalista, la democracia se entiende desde otros términos. Y probablemente estén diciendo del peligro de afirmar la victoria en términos de la elección, porque terminará siendo otra derrota muy fuerte, en términos de la lucha.

 

Intervención:

De los que vienen comentando hasta ahora la mayoría dice que el análisis teórico es correcto, pero que la propuesta no está a la altura del análisis o a la altura de la dominación. A mi me parece que hay límites en la propuesta, sino  el reflejo de  una crisis más compleja, que es la crisis de la propuesta de la autonomía o articulación al estilo del EZLN, o que, en los, últimos veinte años en México, tenía como referente al EZLN. No tanto como crisis de los zapatistas en su territorio, sino como crisis de la propuesta hacia las demás experiencias organizadas o autoorganizadas, que están viendo la experiencia de la lucha en manera distinta a como lo hace el EZLN. Si pensamos en Cherán en los últimos años, todos los considerábamos como la segunda experiencia autónoma más importante después del EZLN, Cherán hoy no se está moviendo en la misma dirección del EZLN. No quiere decir que no esté haciendo una práctica importante de emancipación, sino que no se mueve en la dirección que inspira el modelo de los zapatistas.

Al mismo tiempo hay amplios sectores de la población que está organizada, en México. Pueden organizarse para desarrollar servicios autogestionados en sus localidades y barrios ante la falta del servicio del gobierno; están organizados para defender el territorio del despojo, organizados para promover economías, cooperativas, etc. También hay autoorganización, pero el punto es que muchos de estos procesos que están organizados, en esta coyuntura han decidido o han pensado que era más conveniente no articularse en la propuesta de Marichuy y el EZLN, sino votar por AMLO, aunque no necesariamente pensando en que AMLO haga un cambio radical, tal vez lo hicieron de manera más pragmática: “si gana AMLO tal vez nuestra organización reciba más financiamiento” o “tal vez no nos repriman como hasta ahora”.

Me parece limitada esa dicotomía entre los que están con AMLO o con el EZLN. Tal vez si ha votado a AMLO  no quiere decir que no creen que la construcción de la mejor vida se logra con la articulación con las otras luchas, aunque en los últimos años hayan considerado que no tenía sentido articularse en las iniciativas del zapatismo. Una lectura interesante sería partir de las experiencias organizadas que hay muchas en México, y el  problema es cómo articular las experiencias que ya están organizadas. El EZLN es uno de los poco referentes políticos que tiene la autoridad moral para hacer la convocatoria. Me parece que desde el 94, lo hace. Desde el 2006 ya lo hace con un horizonte más radical, más anticapitalista, ya no habla de la ciudadanía. Hoy en día a mi me parece que una alternativa de un movimiento centrado en el EZLN está en crisis, por lo menos en relación a hace diez o veinte años.

 

Intervención J:

La pregunta interesante es qué hacemos o cómo pensar esta situación. Hay mucha organización y con quién estamos hablando, cómo estamos hablando. Me parece que ahí si ha habido un cambio en el zapatismo, alrededor de 2005, con la otra campaña, cuando empiezan con dicotomías muy fuertes y pierden el apoyo de mucha gente que se sentía o se siente lastimada por esas dicotomías. También creo que hay que empezar con la cuestión de la crisis del autonomismo. Claro que no podemos ir por el estado, el estado siempre es capitalista, es parte de la dirección que nos está matando. No es cuestión de aliarnos con partidos como Morena. Pero sí hay que reconocer que la experiencia autonomista de los últimos veinte años ya no tenemos la misma confianza, hay un sentimiento de que ya no es suficiente. Hay que pensar cómo tocar esa esperanza que se manifestó de muchas formas diferentes en las elecciones. Hay que pensar en los conflictos que tienen que casi seguro van a estallar en los primeros años de gobierno, como la cuestión de la educación, de la agroindustria, del extractivismo, el desprecio de toda la cuestión ecológica. Y decir que va a ser un gobierno capitalista. Si, pero dentro de un gobierno capitalista, o tal vez dentro de los primeros meses de un gobierno capitalista de izquierda hay contradicciones.  Nada más que un período muy corto, pero hay que pensar cómo relacionarnos con eso. Porque de alguna forma los primeros meses, porque hay gente con buenas intenciones o con intenciones que nosotros consideramos buenas. Lo más duro es que no van a durar mucho.

Estas dicotomías finalmente se basan en un concepto identitario de la sociedad. Como una distinción clara entre los buenos y los malos. Y la gente es contradictoria. Hablando de contradicciones habría que formular una pregunta sobre nuestras propias contradicciones. Todos sabemos que sabemos que va a ser un gobierno capitalista pero me imagino que algunos aquí votaron por AMLO y Morena. Mi credencial estaba vencida.

 

Intervención:

El texto de los zapatistas es oscuro (en el sentido de no muy esperanzado) en sentido de la teoría crítica. Los zapatistas, como Adorno (no adhiero al “pesimismo” en la teoría crítica), lo que dicen es que “está cabrón”. Los zapatistas no están siendo zapatistas porque sí, ni siquiera lo son. Están mostrando que las condiciones de la autonomía están en crisis porque hay algo en las dinámicas sociales que está cerrando al mundo, o fetichizando. Y esto porque pareciera que todo ya está resuelto, que no hay nada más que hacer. Contra ese peligro es contra el que están hablando. No podemos inventar esperanzas. Esas esperanzas tienen que tener vinculaciones en la realidad. La pregunta que ven es sobre si es posible una praxis emancipatoria.

Están hablando de dinámicas profundamente enajenantes a  nivel global y que hacer frente a ellas. Adorno decía que frente a las bombas atómicas las barricadas parecían un chiste. En ese aspecto creo que hay que ver el texto. Por eso hablan de la crítica a la cuestión de la ciudadanía, análisis del marxismo.
Buscando posibilidades reales, objetivas, no esperanzas que nos inventamos.

Lo de la Sexta y la inmediatez, en el texto de 2007, el sub Marcos dice que no se logró el objetivo, que era un frente nacional de lucha que pudiera articular las grietas del abajo y que pudiera hacer frente a una maquinaria gigantesca. Pensando en Benjamin tendríamos que pensar que si las promesas de la Sexta no se cumplieron tendríamos que actualizarlas en el presente y preservarlas, como eso no se cerro, y entonces no veo por qué no seguir insistiendo en ello.

Hay está la trampa, entiendo que no somos ellos y nosotros, pero el asunto es que la trampa es esa: hablamos del amor, esa gente está enojada por eso no se adhiere, usan el argumento de la cantidad (los treinta millones), seguramente ellos no han visto cómo asesinan gente. Como que el argumento es siempre la inmediatez. Como que las condiciones ya están tan cerradas que hay que hacer algo inmediato y pragmático. Me parece que los zapatistas están diciendo eso de manera crítica, que la realidad se está cerrando y que nos orilla cada vez más hacia la inmediatez.

Por último, en una conversación off the record, Sergio, con vino de por medio, me dijo que Lenin era como un corcho, que tu lo hundes y vuelve a salir, precisamente por la pregunta de ¿qué hacer? El problema de la organización está ahí, lo seguimos queriendo hundir pero sigue surgiendo. Como hacer, no hay una receta, pero la pregunta subsiste.

 

Intervención J:

¿Qué vamos a hacer? implica una homogenización del tiempo. La pregunta debería ser ¿qué estamos haciendo?

Los textos zapatistas referidos pueden  descargarse aquíaquí, y aquí.

 

 

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