Entrevista a Marjane Satrapi, novelista gráfica, dibujante, ilustradora, directora de cine y escritora de libros para niños francesa nacida en Irán en 1969. Sus obras más conocidas son el cómic Persépolis y su adaptación cinematográfica, y Poulet aux prunes y su adaptación cinematográfica. En 2019 Satrapi dirigió Radioactive, película biográfica sobre la científica Marie Curie.
Radioactive es una adaptación de la novela gráfica de Lauren Redniss. Cuando sabes que dibujas y escribes tú misma y has adaptado dos de tus obras en la pantalla, ¿es difícil filmar el libro de otra persona?
Al principio no tenía idea de que existía un libro. Leí el guión de la película, un buen guión realizado por Jack Thorne que me atrajo. Leí el libro pero realmente me siento parte del guión. Sabes, por ejemplo, cuando hice Persépolis, me preguntaron si los dibujos alimentaron la película. Pero no, lo que importa para el cine es la historia. El lenguaje del cine es muy diferente del lenguaje de la novela gráfica, por lo que tenemos que repensar todo. En la novela gráfica de Lauren Redniss, las imágenes son muy hermosas pero inutilizables para una película. Pero sabes, siempre pensé que el dibujo era parte de la escritura, no lo veo como un arte plástico, sino como un arte literario. Antes de escribir los seres humanos dibujaban en las paredes de las cuevas y era su forma de expresión. Siempre pensé que los cómics (incluso si se trata de una novela gráfica) son un género literario.
¿Cómo pensaste en las imágenes de la película?
Lo primero que quería mostrar era la radiactividad, que no es algo visible. Me preguntaba cómo filmar una pesadilla. Alguien está teniendo una pesadilla y ha perdido al ser más querido en su vida. Cómo mostrar esta pérdida con imágenes y hacer visible lo invisible. Entonces me agrada cuando hay algo un poco surrealista, que no es completamente real. Nunca quise copiar la realidad. Hay espacio para imaginar cosas que no existen y hacerlas visibles.
¿Fue fácil para ti filmar en inglés?
No nací en Francia, así que no soy franco-francesa. Para mí, hablar inglés es tan fácil como hablar francés. En Persépolis, de hecho lo hice, filmando en un idioma que no es mi lengua materna. Con los animadores franceses, no hablaba persa. Y la película tuvo un alcance mucho mayor. El problema iraní se ha convertido en un problema global. Con Madame Curie en inglés, sucede lo mismo: es un personaje que pertenece al mundo.
La película se basa en un flashback. ¿Puedes hablar un poco sobre eso para contarnos cómo ayuda un flashback como ese?
El guión no preveía el flashback. Fue el editor de cine quien sugirió esta estructura, que funciona. Es cierto que Marie Curie recuerda su vida sobre una camilla, pero ciertas cosas que mostramos en la película suceden después de su tiempo y son el resultado de sus descubrimientos.
La película está filmada con ropa de época. También has multiplicado las épocas. ¿Es un desafío?
La película mezcla épocas. Comienza en 1880 y termina en 1986. Me gustan la ropa de época, me gusta la precisión de los corsés de los extras, que les dan el paso correcto. La lente de contacto que cubre todo el ojo para marcar el envejecimiento de los personajes. Incluso amarilleamos los dientes de Rosamund Pike. Todo esto es un trabajo de moda, que viene a ser el espejo de la sociedad. Que Marie Curie comience con un corsé y que en la década de 1930 se libere de él, muestra una especie de desarrollo de las mujeres en el aspecto de la ropa. Es interesante.
¿La figura de Marie Curie fue una figura importante para ti antes de la película?
Toda mi vida. Para mi madre era muy importante que yo fuera una mujer independiente. Nunca me criaron con la idea de que tenía que ser linda, que tenía que ser amable, que el propósito de mi vida era casarme y tener hijos. Hubo dos figuras que me inspiraron: Madame Curie y Simone de Beauvoir. No me he convertido en filósofa ni en científica, pero soy independiente.
La película también nos muestra aspectos de su vida que conocemos menos. Descubrimos una mujer que también tiene una vida sexual, que tiene una acción política en el mundo, no es solo la científica.
Tan pronto como hablamos de una mujer científica, es como hablar de una muñeca Barbie: imaginamos que cuando la desnudas, no hay nada, es plana. Pero Marie Curie amaba, tenía hijos, llevaba luto. No intenté convertirla en una mujer ejemplar. A veces, ella resulta incómoda, no es amigable, es dura. Pero si no eres dura no te conviertes en Marie Curie. Era dura, era una madre divertida que mostraba el amor por sus hijos al medirlos. Hay cuadernos enteros, cinturas, sisas. Si hubiera sido la madre perfecta y la esposa perfecta, no habría tenido un premio Nobel. En la vida, hombre o mujer, tomamos decisiones y no podemos ser buenos en todo.
El personaje de Pierre Curie es muy agradable, presta atención a los demás.
Pierre es el que más amo en la pareja. Porque es un hombre moderno para su época que quiere una mujer que sea su igual. Luchó para que ella obtuviera el premio Nobel. Es una persona reflexiva que forma parte del movimiento positivista y también concurre a sesiones de espiritualismo. Tiene una especie de apertura al mundo que es extraordinaria.
La reflexión sobre la ética científica es importante.
Los Curie descubren la radiactividad y lo único que quieren es curar el cáncer. Incluso hoy en día se sigue denominando braquiterapia a un tipo de radioterapia que se utiliza en algunos centros que tratan el cáncer. Todavía hoy se utiliza un dispositivo para curar mujeres con cáncer uterino que es prácticamente el mismo dispositivo que usaban los Curies. Después de ellos, se descubrió la fisión nuclear y es completamente independiente de ellos. Por otro lado, es verdad que si no hubieran descubierto la radiactividad, no habría bomba atómica. Pero si seguimos por ese camino, el que inventó el fuego es el mayor criminal del mundo. Entonces, el problema es saber que, con ciertos descubrimientos, se puede hacer tanto lo mejor como lo peor. Esto es lo que es extraordinario en el discurso de Pierre Curie de 1904, que cuestiona qué se hará en el futuro con el radio.
El otro aspecto político es la imagen de una mujer fuerte.
Sabes, Marie Curie nunca se consideró feminista. No quiero utilizarla para una causa que no fue la suya. Nunca formó parte de ningún movimiento feminista por el simple hecho, creo, de que para ella ni siquiera surgió la cuestión de si una mujer era igual a un hombre. Y no hay que olvidar que cuando ella comenzó a hacer estudios científicos, a principios del siglo XX, fue un período de apertura. Pero para su hija Irene, treinta años después, fue más difícil. De hecho, se suele tener la impresión de que existe progreso todo el tiempo, pero no es cierto. Por ejemplo, a principios de la década de 1980 en todo el mundo, el tema del aborto estaba bastante resuelto. Pero en los Estados Unidos de hoy en día, muchas clínicas de aborto están cerrando. Del mismo modo, en el siglo XVIII hubo muchas escritoras. En el siglo XIX, los hombres inventaron el concepto de “instinto maternal”, que significa: “una mujer está hecha para ser madre”. En este momento estamos en un período muy conservador, por eso el populismo y la retirada son tan exitosos.
Y tú, ¿cómo definirías tu feminismo?
Como un humanismo. Es bueno celebrar lo humano. El feminismo que coloca a las mujeres en pie de igualdad con los hombres obtiene todos mis votos. Pero no estoy de acuerdo con el feminismo que muele a los hombres. Cuando los hombres formaban clubes de caballeros, en los que las mujeres no podían participar, ponían la excusa de su ignorancia. No vamos a ser tan ignorantes como ellos. El mundo será mejor si todos crecemos juntos.
Sin embargo, en el diagrama del mundo, son las mujeres las que crían a los niños. También son quienes les enseñan valores machistas. Entonces tenemos que educarnos, para que nuestros hijos e hijas se eduquen de la misma manera. Si hacemos este esfuerzo por nosotros mismos, estos hijos criados de la misma manera que nuestras hijas se convertirán en buenos hombres.
Sigo con atención los movimientos feministas que están cambiando el mundo. Tengo suerte de que todo esto esté muy lejos de mí: no conozco a este tipo de hombres machos, no conozco a ninguno, o tal vez cuando conocí a algunos, no entendí. Me dije a mí misma: “él me habla así porque es estúpido”. ¡Solo más tarde me di cuenta de que me estaba hablando así porque yo era una mujer! Fue muy sorprendente para mí descubrir esto, nunca se me ocurrió que alguien pudiera imaginar que podría tener menos capacidad cerebral porque soy una mujer, o que no puedo hacer algo porque soy mujer.
¿Cuáles son tus planes después del lanzamiento de la película?
Soy de naturaleza solitaria. Cuando hago una película, siempre necesito hacer otra cosa y reencontrarme conmigo misma. Estoy preparando una exposición de pintura que tendrá lugar el 8 de octubre de 2020 en la galería Françoise Livinec. Cuando preparo una exposición de pintura, no hay productores, no hay dinero, solo tengo que manejar mis pinturas, mis colores, mis pinceles y eso es todo. Me da un equilibrio. Y luego veremos: si estoy viva, si hago otras películas, en cualquier caso, el deseo sigue ahí.
“El mundo no está dividido entre Oriente y Occidente. Vos sos estadounidense, yo soy iraní, no nos conocemos, pero nos hablamos y nos entendemos perfectamente. La diferencia entre vos y tu gobierno es mucho más grande que la diferencia entre vos y yo. Y la diferencia entre mi gobierno y yo es mucho más grande que la diferencia entre vos y yo. Y nuestros gobiernos son bastante parecidos.”
La entrevista fue traducida del francés por Lucienne Bernard, para Comunizar.