Declaración de la Asamblea Comarcal Contra el Saqueo, Lago Puelo, Chubut, Argentina

Lago Puelo, 26 de septiembre de 2019

asambilea comarcal contra el saqueoEn los últimos dos meses y medio el pueblo organizado ha ido generando diferentes medidas de fuerza que tienen en común el hecho de estar “afuera”. Uno de los primeros golpes de efecto de lxs estatales chubutenses en el presente conflicto fue el piquete realizado por lxs trabajadores viales de la provincia en el acceso al centro de esquí La Hoya, en Esquel. Entre ese piquete y el actual acampe en la legislatura provincial se sucedieron decenas (¿cientos, tal vez?) de marchas, cortes de ruta, acampes, bloqueos, festivales: la efervescencia de las formas de estar afuera en este Sur inclemente, como diversos escenarios donde templarse, donde fortalecerse, encenderse, donde fogonear a lxs compañerxs, abrazarlxs, y tantas otras metáforas del calor que somos capaces de generar cuando, enojadxs, nos juntamos.

Desde adentro, los poderes reaccionan en conjunto para “defender la paz social”. Muestran otra vez sus espejitos de colores: empieza a sonar la falsa salida de aumentar las regalías petroleras, se escuchan más fuerte las voces de lxs lobbistas de la minería y las promesas de “normalidad”. El problema no es que falte plata, lo que sobra es capitalismo. Y allí está el punto de inflexión: no hay victorias en la lucha capital-trabajo mientras se sostengan en las derrotas de la pelea entre capital y vida.

Más allá de los encierros, de las reuniones a puertas cerradas entre “representantes” (o de la propia voluntad de representación), en ese habitar la intemperie de la lucha se han ido haciendo visibles a su vez diferentes sentidos del afuera.

asamblea comarcal contra el saqueoUno de esos sentidos es el del desborde, el que abre los espacios consagrados de negociación, las mesas chicas, los cuartos oscuros, y demanda espacios participativos para la toma de decisiones; algo de eso es lo que sucedió con el plenario de delegadxs del sindicato docente hace poco más de una semana.

Otro tiene que ver con la forma en que se cuela entonces el afuera en “los adentros”. Así como una toma subvierte temporalmente los modos cotidianos de habitar el espacio que se ocupa (ministerio, oficina, escuela y hospital), hay algo en las experiencias de quienes transitan intensamente la intemperie de la lucha que genera quiebres permanentes en las estructuras a partir de las cuales percibimos el mundo. Tal vez aún no lo sepamos, pero esas grietas ya nos han abierto a transformaciones radicales.

Un otro sentido tiene que ver con el horizonte de esas transformaciones. “Afuera” no es de nadie, y es de todxs: no es ni público ni privado, es común. “Afuera” es el espacio en el que cada decisión tiene que ser consensuada por la grupalidad que esté habitándolo en cada momento, pero allí está precisamente el riesgo, porque no hemos aprendido aún a estar juntxs, a hacernos cargo y carne de las contradicciones que nos atraviesan en lo íntimo y en lo común. Aunque esa grupalidad está aún por componerse, y ese “afuera” está tensionado por diferentes búsquedas e intereses, es allí que aparece la posibilidad de generar entre nosotres los modos de habitarlo, de volverlo el grado cero de la construcción, de encontrar el plano borroneado de la experiencia colectiva oculto por el Estado asesino.

Porque afuera está la posibilidad de conectar con las fuerzas del territorio y con la lucha de quienes los recuperan para liberarlos. Porque afuera se vuelve adentro cuando las disidencias y los feminismos nos muestran que lo personal es político. Porque cuando Gabo Ferro canta “hay una guerra allí afuera, y te estoy invitando”, resuenan las balas del gatillo fácil a la vez que los puños en alto de lxs que se le plantan a la violencia policial, junto a las voces de las mujeres organizadas en contra del patriarcado y las de las colectivas que entretejen estrategias en defensa de la vida. Porque afuera es también el espacio donde entregan la vida nuestrxs cumpas que entreven allí la potencia del cambio. Y porque en todos esos casos el E$tado es responsable: Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Carlos Fuentealba, Jorgelina Ruiz Díaz, María Cristina Aguilar, ¡PRESENTES!

NI HAMBRE, NI SANGRE, NI VENENO EN LA PATAGONIA!

GANE QUIEN GANE QUE PIERDA LA MEGAMINERÍA! NO ES NO!

TODXS SOMOS TERRITORIO

Asamblea Comarcal contra el Saqueo

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