Mensaje del EZLN en los cien años del asesinato de Emiliano Zapata

No hemos podido estar presentes junto a ustedes, que es lo que hubiéramos querido. La razón es muy sencilla y tiene la bandera del mal gobierno. Porque en nuestras montañas y valles ha aumentado la presencia militar, policíaca, paramilitar, y de espías, orejas e informantes. Han reaparecido los sobrevuelos de aviones y helicópteros militares, así como de vehículos artillados, como en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari; de Ernesto Zedillo Ponce de León, tutor político del actual titular del poder Ejecutivo; de Vicente Fox Quesada luego de la traición de los Acuerdos de San Andrés; del psicópata Felipe Calderón Hinojosa; y del ladrón de corbata y copete Enrique Peña Nieto. Lo mismo, pero ahora con más frecuencia y mayor agresividad.

Y los patrullajes y sobrevuelos no siguen las rutas del narcotráfico, ni las de las agobiadas caravanas de las hermanas y hermanos migrantes que huyen de una guerra que se niega a decir su nombre… para entrar a otra que se esconde detrás de un ejecutivo federal parlanchín y pendenciero. No, esa amenaza de muerte recorre por aire y tierra las comunidades indígenas que han decidido mantenerse en resistencia y rebeldía para defender la tierra, porque en ella está la vida.

Leer el texto completo en la página de la Comisión Sexta del EZLN

 

Imagen: «Zapata líder agrario», detalle (1931), Diego Rivera.

 

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