En Chile, la Primera Línea se refiere a los grupos de manifestantes insumisos que se enfrentaron con el cuerpo policial de Carabineros desde octubre de 2019 hasta la llegada de la pandemia de COVID-19. La Primera Línea está compuesta por una variedad de personas y organizaciones de base que no tienen una autoridad central ni responden a estructuras jerárquicas. Sus integrantes son trabajadores, jóvenes sin trabajo de los barrios, estudiantes y también hinchas de fútbol. Los miembros de la Primera Línea tienden a asumir roles distintos durante las manifestaciones: portadores de escudos realizados con diversos materiales, lanzadores de piedras, extintores de granadas de gas lacrimógeno, honderos, punteros láser y repartidores de medicamentos para mitigar los efectos de los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de la represión. Durante la rebeldía chilena de 2019-2020, una amplia gama de organizaciones sociales apoyó a la Primera Línea brindándoles ayuda, alimentos y asesoramiento legal.
La otra batalla
Durante el mes de abril, en medio de la pandemia de Covid-19 y del aislamiento obligatorio, un grupo de integrantes de la Primera Línea salieron a sanitizar los vagones del subterráneo en la Línea 4 del Metro de Santiago.