John Holloway – Curso La Tormenta (2020) Clase 3 y 4

John Holloway La Tormenta 2020

 

 

John Holloway: Curso La Tormenta (2020) Clase 3

 

Este curso es el desarrollo de un curso que se impartió por primera vez en 2016 y que se publicó en el libro «La Tormenta». La segunda versión se impartió en 2018.

 

Desarrollo de la clase 3

 

2008 y la reformulación de las luchas sociales

El año 2008 como colapso-y-rescate del capital ficticio. ¿Por qué pasó, y cuáles han sido las consecuencias sociales y políticas?

En los textos vemos explicaciones diferentes de las causas de las crisis financieras. Me parece que a veces no es que las explicaciones sean necesariamente incompatibles, pero sí tienen implicaciones diferentes.

John Holloway – Curso La Tormenta (2020) Clase 3Si regresamos a la caricatura que señalamos muchas veces nos referimos a la situación actual. En términos de la figura de la caricatura va hacia el precipicio y sigue, sigue caminando sin darse cuenta de que no hay nada debajo de sus pies… Y en cierto sentido, lo que pasa en 2008 con la crisis es esta persona, se da cuenta, se dan cuenta de que no hay nada. Entonces ¿qué hacemos? Y sí, es un problema para los ricos, en cierto sentido sí, el debate es un debate entre ellos, pero también entre nosotros. Entonces lo dejan caer, lo que empiezan a hacer con la caída de Lehman Brothers. Entonces dicen “ni joda, que caiga”. Luego se dan cuenta de que no, no se puede encontrar una manera de rescatar el sistema. Invierto una cantidad increíble de dinero como nunca en la historia del capitalismo para mantenerlo al salvo y para mantener el sistema así.

Esta situación sugiere la siguiente pregunta ¿qué es la causa de esta explosión? ¿Por qué llegamos a este punto?

Y la discusión depende de si imaginamos la posibilidad, no solamente la necesidad, sino también la posibilidad de una sociedad no capitalista. Entonces el problema se plantea de otra manera ¿cómo podemos salir de esta situación y de este sistema catastrófico? Si se plantea esta posibilidad de realmente salir del capitalismo, crear otro mundo, bueno, para empezar, pueden tratarte de loco ¿Cómo? Entonces estás como entrando a un mundo de locura que es el mundo de la teoría crítica. Pero sí eres más exacto, si dices no, realmente eso no, no vale la pena ni pensar en eso. Entonces el único problema es como salvar el sistema y dentro de eso, tratar de crear algo un poco más justo. Y aún desde la izquierda un poco porque si uno dice “bueno, por el momento tenemos que dejar de lado la posibilidad de crear otro sistema, pero sí podemos ver que aquí lo que pasa es plenamente espantoso, es injusto, muchísima pobreza en todo el mundo para salvar a los ricos y los súper ricos. Pero aún dentro de esta perspectiva, de la necesidad de cambiar el sistema en el futuro, en el presente se analiza la crisis para mostrar el carácter catastrófico del capitalismo.

Si vemos a McNally, por ejemplo, me parece que es eso… La crisis nos demuestra otra vez que el sistema es un desastre, por lo tanto, necesitamos cambiarlo. La crisis demuestra que el sistema es un desastre porque está basado en la codicia de los capitalistas, de ese 1%. Por lo tanto, tenemos que cambiar el sistema. Ese sería más o menos el análisis de McNally, que es muy interesante si les interesa esa perspectiva. La otra posibilidad es decir bueno, si tenemos que asegurar que siga el sistema entonces ¿cómo entendemos lo que está pasando? Me parece que una interpretación, es decir, algo que fue con la política incoherente del sector financiero. Entonces la idea de que sí los capitales, los bancos, etc., fueron muy imprudentes y los gobiernos dejaron espacio para la imprudencia de los bancos. Por lo tanto, hay una falta de regulación. Hay que regular, esa fue una respuesta en parte del gobierno estadounidense y de todos los otros gobiernos. Hay que imponer un sistema de regulación mucho más estricto sobre los bancos, introducir reglas nuevas para su comportamiento, lo que se hizo más o menos. Ahora con Trump otra vez abolieron alguna de esas reglas porque obviamente los bancos se están quejando. Entonces, una interpretación es en términos políticos, que fue una falta de regulación de parte de los gobiernos, que no están imponiendo un control suficiente.

Otra interpretación un poco diferente es la de Blinder, pero él lo ve más bien en términos de un sistema que está fuera de control, nadie lo controla. Pero el gobierno sí tiene la tarea de cabalgar… de tratar de seguir y seguir controlando, o tratando de controlar un sistema que realmente no controla. Entonces ahí también llegamos a la conclusión de que sí hay que introducir un sistema de regulación. El problema con las interpretaciones más oficiales es que obviamente asumen la necesidad de salir del capitalismo. El problema de la interpretación de McNally, me parece que fue la interpretación general de la izquierda… es que si le hechas la culpa a los capitalistas por su codicia o si simplemente le hechas la culpa al sistema entonces realmente no tienes base para pensar que realmente sería posible romper con el sistema.

La idea de que la crisis fue culpa de los capitalistas es horrible porque entonces tú, como explotado, estás diciendo que la crisis del sistema es culpa de la gente que me está explotando, deberían explotarme mucho más eficientemente y esto es un problema. Entonces hay otra posibilidad de pensar la causa de la crisis.

Participante: Tocó la última pregunta y estaba hablando de lucha de clases y yo estaba buscando en el libro dónde estaba hablando de lucha de clases y me salteé hasta el final el último capítulo de McNally para ver un poco de lo que hablaba porque parecía que ahí estaban esperando un poquito más sobre las luchas sociales. Y sí me impresionó un poco su optimismo, o sea… ¿Cuándo fue escrito? Ah, sí, 2011, pero me impresionó su optimismo acerca de Syriza, por ejemplo, ¿no? De que en Grecia se logró hacer un frente popular de más de diez partidos de izquierda y casi casi que lo lograron ¿no? Y pues ahora vemos hoy que los de Syriza son los que están imponiendo las medidas de austeridad del nuevo FMI. Entonces sí creo que eso resalta un poco de los problemas que tiene McNally con su análisis y pensando también el contexto en Francia, o sea… ahora esa manipulación entre el mercado y el estado, o sea, Macron es exbanquero, pues tiene el interés de la financiación directamente ahí y depende más en términos de sus propias estrategias para mantener de pie un estado cada vez más autoritario y para poder imponer esas medidas de austeridad y como que hay una infiltración también en los gobiernos demócratas.

John: En la primera página Stiglitz empieza a hablar de la crisis hablando de otra cosa. Bueno, una cosa es que me metí a partir de los años ´80, los salarios ya no suben, todos los años después de la segunda guerra, los salarios reales en general subían y hubo luchas muy fuertes, claro que sí, estimulados por la cuestión de los salarios. Eso ya no pasa realmente después de 1980/81, los salarios suben muy poco a partir de ahí, pero eso no quiere decir que los niveles de vida necesariamente no suban, lo que pasa es que la gente empieza a endeudarse, entonces empieza a ver como derechos, por supuesto. Nos endeudamos para comprar un coche, para comprar una televisión, para comprar una casa, pero esa expansión de la deuda no se expresa en luchas sindicales. Es simplemente que la gente sigue con expectativas de que su nivel de vida va a ir subiendo y, obviamente, se van endeudando cada vez más. Y a principio de este siglo, los trabajadores en los países más ricos van a tener tarjeta de crédito. Entonces van expandiendo sus deudas y, obviamente con toda la individualización y toda la ansiedad que eso provoca. Todo el tiempo la presión es ¿cómo voy a pagar? ¿cómo voy a pagar mi tarjeta? ¿Cómo le voy a pagar el banco?

Si en los años ´70 vemos como un empuje constante por parte de la clase obrera organizada para aumentar los sueldos y con eso llegamos a la crisis de los años ´70 y la respuesta de los gobiernos es “ah, es la culpa de los obreros, es la culpa de los sindicatos”. En 2008 la gente no dice “uh, es la culpa de estos obreros que siempre quieren vivir mejor, que quieren sus coches, sus televisores, sus casas”, los gobiernos sí dicen que no están trabajando suficientemente y sí dicen que son imprudentes, obviamente la gente que está comprando sus casas con una hipoteca que no iban a poder pagar, obviamente la crítica es qué imprudencia. Pero no se formula en los mismos términos que en los años ´70, pero sí se podría pensar un poco en esos términos. Por lo tanto, no es a través de los pueblos y las luchas sindicales que se van presionando las tasas de ganancia, pero sí la demanda social está ahí todo el tiempo.

La gente realmente sí está empezando a tener un nivel mejor de vida, quieren la seguridad de tener su propia casa, eso obviamente es una oportunidad para el capital porque estas imprudencias encuentran la imprudencia de banqueros o de las instituciones financieras que están buscando la manera de hacer ganancia. Sí hay como una base social ahí que se expresa en los suprimes, toda esa gente que contrata hipotecas que ellos no van a pagar y que cuando la tasa de interés sube y los precios de las casas bajan encuentran que el valor de la casa que tienen es menos que lo que deben a la institución hipotecaria. Y como el capital va a construir sobre eso todo un edificio enorme, impenetrable realmente de derivados tipos de capital ficticio. Esto es lo que produce la caída del sistema, pero nadie lo dice.

Lo que estoy tratando de alguna manera de decir es que no hay que pensar en la crisis como expresión simplemente vil de la codicia de los banqueros, de ir a las contradicciones internas del capital, sino que es una expresión de nuestra fuerza, nosotros somos la crisis del capital de alguna manera. El problema es convencerme, convencerlos.

Pienso que no es simplemente una noción de confianza, porque eso sí es como el argumento de los comunistas que todo es cuestión de la confianza de los capitalistas. Yo creo que en este caso realmente la gente cuando cayó el precio de las casas, pero la gente veía que sigue pagando la misma deuda que realmente se encontraron en una situación donde no podían o no tenía ningún sentido pagar la deuda. Y eso quiere decir que todo el sistema construido sobre el presupuesto del pago de las deudas empezó a caer. Por ello no es simplemente una cuestión de confianza, es una confianza real o no real o en términos muy generales si pensamos en el capital ficticio, está pasando en la anticipación de que sí se va a poder explotar a los trabajadores mañana. Si de repente los trabajadores empiezan a decir que no, no me van a explotar, o si los trabajadores se pongan cada vez menos prototipos, lo que sí está pasando… Entonces esta confianza pierde su base material. Una confianza está basada siempre sobre una estructura material.

Participante: “El hecho de que exista una desregulación habla de confianza ¿no? O sea que se haya fomentado la desregulación…”

John: No necesariamente. Si tienes confianza en el gobierno y su capacidad de regular el sistema entonces sí, es cierto, hasta cierto punto. Pero si piensas que no, realmente lo que se ve en 2008 es que las fuerzas, la cantidad de dinero involucrada, está mucho más allá de cualquier cálculo de parte de los gobiernos. Realmente en cantidades totalmente imprevistas. Entonces la regulación sí puede tener éxito hasta cierto punto, pero supongo que aquí también es cuestión un poco de como ves la sociedad ¿no? Si piensas a partir del Estado o si aquí vemos que el Estado no nos está controlando como sociedad.

Pienso que sí se ha culpado a los trabajadores flojos, a los pobres irresponsables que quieren comprar casas sin poder pagarlas, a las madres solteras que tienen demasiados hijos, etc. Eso sí, yo creo que es algo que no entra tanto en las discusiones más científicas, es algo que no está presente en Stiglitz ni visible, pero sí, yo creo que sí y sobre todo con Grecia es un tema muy importante que ahí sí realmente es culpa de la cultura griega, los italianos igual, incluso los holandeses… y es muy importante en todo el tema del auge del racismo en Europa actualmente, por ejemplo, entonces la gente del sur es gente débil e irresponsable. Pero eso de que nosotros somos la crisis del capital creo que es importante, primero ver la crisis financiera en el contexto de la lucha social, de la lucha de clases, entonces no es simplemente que nosotros somos víctimas de la crisis que es el argumento de McNally, desastre realmente social, claro que sí, pero no por ser víctimas.

En segundo lugar, me parece que es importante decir que somos la crisis del capital no porque eso signifique necesariamente revolución, sino para tomarlo como un punto de partida, para pensar la posibilidad de una salida que no sea simplemente una salida en el futuro distante.

Obviamente surge el problema de cómo pasar de un nivel al otro, como salir del “nosotros somos la crisis” y pensar “nosotros por lo tanto somos la ruptura del capital, por lo tanto, nosotros somos el parto difícil de otro mundo”.

Todo eso me parece que debería estar cuando hablamos de las causas de la crisis financiera de 2008 todo eso tiene que entrar. Y es interesante compararlo con la crisis de los años ´70 y las discusiones ahí porque ahí sí la respuesta del gobierno fue muy clara: es la culpa de los sindicatos y los trabajadores. Y la discusión de este lado marxista realmente fue… sí la caída de la tasa de ganancia se debió a los aumentos salariales o es que los aumentos de salarios realmente no afectan necesariamente las ganancias. Entonces hubo todo un debate y… En la crisis de 2008 sí se habla de trabajadores irresponsables, pero no se habla de su fuerza. Por ejemplo, en Argentina la respuesta fue “tenemos que romper la fuerza de los sindicatos para restaurar la economía”. Reagan y Thatcher tenían eso como propósito muy claro, hay que romper la fuerza de los sindicatos y lo lograron hacer. En cambio, en 2008 el argumento fue hay que disciplinar a los irresponsables, pero con la excepción tal vez de Grecia o algunos países no está planteado en términos de que tenemos que romper la fuerza de los trabajadores. Por eso si uno habla de la crisis de los años 70 es muy fácil vincularla con la lucha de clases o pensarla en términos de la lucha de clases, pero eso es menos evidente en términos de la crisis del 2008.

Porque casi todos los textos sobre 2008 hablan del pánico. Es como una palabra que se usa mucho. Obviamente eso va en contra de la idea que se escucha a veces, de que las crisis simplemente son manipuladas por los capitalistas, que son una creación del capital para oprimir a los trabajadores o la gente en general, que sí puede ser cierto, pero entonces no habría pánico. En este caso parece que sí, realmente hubo un pánico, pero ¿qué quiere decir?

¿De qué tenían miedo? Tenían miedo de nosotros.

Temen el colapso del sistema financiero y eso ¿qué implicaría? Porque sí puede haber muchos niveles de miedo, puedes decir que realmente es que todos sus amigos banqueros iban a perder sus yates. Podrías decir que tenían miedo porque ellos mismos iban a perder su empleo. Los iban a despedir… Puedes decir que tenían miedo porque el sistema que conocían ya no iba a funcionar. Sería como perder su casa conceptual. Podrías decir que tenían miedo porque pensaban que un accionista enojado podría disparar contra ellos. Podrías decir que tenían miedo porque pensaban que si el sistema financiero colapsaba entonces habría disturbios en las calles, habría un colapso del orden social, habría una revolución anticapitalista o qué ¿qué es lo que temían? ¿Qué es este pánico?

Entonces, había como miedos encontrados porque por un lado pensaban qué iba a decir la gente o cómo va a ser la reacción si pagamos tanto dinero a los bancos, por un lado y, por otro lado, si no lo hacemos entonces se va a caer el sistema y eso podría tener consecuencias terribles. Tenían miedo de un 19/20 de diciembre argentino cuando la gente salió a las calles y tumbaron a 5 presidentes en 15 días… Fue eso el miedo o simplemente ¿qué? Tenían miedo de nosotros, nosotras…

Pero no sobre eso fue el impacto de Lehman. De hecho, no salvaron a Lehman, lo dejaron caer. Eso les dio miedo a los banqueros, por lo menos. Pensaron “entonces no nos van a salvar a nosotros tampoco” entonces no pueden hacer eso, entonces en ese sentido es como un choque de fuerzas porque los directores de otros bancos estaban diciendo, pero no, realmente nos tienen que salvar.

Vamos a entrar en el análisis de la crisis porque si pensamos un poco en lo que estamos por discutir ahora, lo que pasa en 2008 no es tanto la imposición de la crisis, sino sobre todo es una postergación de la crisis. No podemos aceptar que la crisis se desarrolle como antes, ahora sí el Estado tiene que intervenir para postergar y administrar un poco la crisis. Entonces por eso queremos volver a la cuestión de la crisis y la teoría de Marx, qué significa. El análisis de Hirsch es un análisis clásico, el enfoque de Tronti es otra perspectiva, es otra manera de abordar la teoría marxista.

¿Y por qué es el Estado un Estado capitalista?

Me hiciste pensar en los debates del Estado ¿Cómo entender al Estado como Estado capitalista? Hay un argumento que dice “bueno, si vemos el Estado, si vemos la gente ahí en la cima del Estado son los mismos que los capitalistas, vienen de las mismas familias, juegan todos juntos, etc.”, entonces hay una complicidad, es cierto. Pero el argumento en contra de eso es que realmente eso no importa, aún si no vinieran ese ambiente, las fuerzas estructurales son tales que tienen que favorecer al capital. En este caso, yo creo que sí existía un debate real del por qué no dejaron caer a los bancos y con Lehman Brothers obviamente sí los dejaron caer. Un banco muy grande, muy integrado también al ambiente social de todos ellos y lo dejaron caer. Entonces la crítica que tenía la izquierda y también la derecha y, tal vez más de la derecha, era que no, que obviamente no hay que mantener a los bancos, hubieran dejado caer a todos, es lo que el sistema necesita, la depuración, que se vayan esos irresponsables, corruptos, ricos, riquísimos ¿no? Blinder habla de un banquero que cuando lo despidieron lo volvieron a contratar como consultor y con un sueldo de 1millón de dólares al mes. Entonces sí hay un argumento que está presente en la derecha y está hace como 30 años diciendo que no, que no hay que dejar crecer este capitalismo ficticio y hay que dejar caer a los bancos. También es el argumento que mencionaste el riesgo moral, que es un concepto muy importante en tu debate ¿qué significa riesgo moral?

Un deudor debe pagar su deuda y si no debe quebrar.

Si no lo dejo quebrar, entonces siempre va a asumir que lo vamos a rescatar, que es demasiado grande o demasiado importante para que el gobierno lo deje caer. Y si asume eso puede tomar todos los riesgos del mundo, puede ser el banquero o el empresario más irresponsable del mundo y no importa porque sabe que aún si comete errores, si causa catástrofes, lo vamos a rescatar. Ahí está el riesgo moral que es el argumento, entonces no vamos a rescatar a Lehman Brothers porque si lo rescatamos vamos a promover, o vamos a crear o fortalecer ese riesgo moral y todos van a asumirlo y van a hacer lo que quieran. Ahí está el pánico, porque sí están asumiendo que podrían hacer lo que querían, pero cuando de repente no rescatan a Lehman entonces va a ser un desastre personal y para el sistema. Unos días más tarde sucede lo mismo con “AIG” la aseguradora. Existía el argumento que señalaba que si dejamos caer a Lehman entonces hay que dejar caer a “AIG”, pero se dieron cuenta de que las consecuencias serían muy vastas… Bueno, se dieron cuenta primero que las consecuencias de la caída de Lehman eran muchos más grandes de lo que habían anticipado y que luego la caída de “AIG”, por su tamaño y también por su interconectividad mundial, sería demasiado importante, por ello dijeron no. Es decir que no podemos aceptar el movimiento normal de la crisis o del ciclo capitalista, que tal vez en el siglo XIX, sí el gobierno aceptaba todo eso, pero ahora en el siglo XXI no podemos, no podemos aceptar eso porque las consecuencias serían demasiado grandes… No podemos aceptar la desestructuración del capital que nosotros sabemos que el capital requiere, porque ahora sabemos que se ha desarrollado este sistema ficticio, ineficiente, corrupto, pero no hay manera, ni siendo el gobierno de Estados Unidos tenemos la capacidad de deshacer este sistema, porque las consecuencias serían tan impredecibles, tan grandes que realmente nos dan miedo. Y la derecha dice no, pero sí es lo que necesitamos, un par de millones de obreros muertos de hambre o lo que sea, pero necesitamos la disciplina del capitalismo. Porque al rescatar a los bancos, están apoyando, están fomentando el riesgo moral. Entonces los bancos dicen “bueno, sabemos que, si se da una crisis mayor la próxima vez, nos van a rescatar”.

Pero es eso, de esta manera estás cambiando también la relación entre Estado y bancos y luego existir el argumento bueno, si nos van a rescatar, si ustedes el gobierno van a rescatar a los bancos, por lo menos hay que poner una disciplina, no sólo en términos de regulación, sino también en cortar los sueldos de los ejecutivos y no lo hicieron porque dijeron bueno, si lo hacemos, si no tienen sus sueldos billonarios, entonces no van a colaborar con nosotros. Pero de esta manera no se resuelve la crisis, se pospone la crisis, o se pospone y se administra un poco la crisis. Pero está diciendo “no necesitamos este mundo de capital financiero corrupto e ineficiente”, porque se sabe que es muy ineficiente, que realmente promueve niveles bajos de producción, porque en un sistema así se vuelve mucho más atractivo invertir tu dinero en instrumentos financieros. Si yo sé que comprando derivados e invirtiendo mi dinero en estos derivados financieros soy parte de un sistema que el gobierno no puede dejar caer, entonces por qué voy a abrir una fábrica, por qué me interesaría la producción, mucho mejor poner dinero en esta cosa totalmente improductiva.

Si pensamos otra vez en la comparación entre la crisis de los ´70 y la crisis de 2008, el vínculo aparente entre la crisis y las luchas sociales, por ejemplo, es un vínculo… obviamente menos transparente, pero tal vez más contingente. Se va perdiendo en la práctica hasta cierto punto una conexión con la realidad de la producción, pero nada más en una medida limitada porque finalmente sí estamos hablando de una riqueza que no se está produciendo. En ese sentido ahí entra también la lucha de clases, el problema de 2008 es que existe este mundo de símbolos de valor que no corresponden a un valor real producido.

Creo que es obvio, que sí hay una reacción, que los funcionarios, los banqueros, pensaron que no había una alternativa, finalmente sí lo tenían que hacer. Pero sí hubo una reacción muy fuerte a nivel de la población, una reacción donde la distinción entre la izquierda y la derecha se va borrando un poco ¿no? Porque no es justo, estos banqueros son ladrones, no podemos aceptar eso, hay que deshacer el poder de los bancos, hay que invertir en la producción, hay que recuperar la supremacía nacional que es un poco el discurso de la izquierda, pero también, hasta cierto punto, el discurso de Trump.

Si pensamos en 2008 como en un punto de partida para el auge de la derecha en todo el mundo, no es ese enojo, en Estados Unidos un millón de casas rematadas cada año, es un número increíble y la gente… es un enojo contra el sistema, contra el establishment, entonces sí la derecha viene con un discurso contra el establishment político, como en el caso de Trump, por supuesto, va a tener mucho apoyo. O la izquierda en el caso de Grecia, de Syriza. Es un discurso no tan alejado y cuando en realidad no pueden cambiar nada o no quieren cambiar nada, entonces sí están preparando el camino para el auge de la derecha.

Otro autor, que es mas bien de la derecha, dice que después del año 2008 se dan cuenta de que realmente sí eso va a ocurrir otra vez, que hay una posibilidad real de disturbios como Argentina en 2001/2002 y por eso dice: “nos tenemos que preparar, tenemos que fortalecer la policía, tenemos que pensar en las medidas que vamos a tomar en esas circunstancias”. Él entra en detalles también sobre lo que está diciendo, tanto para prevenir, como para manejar una repetición de ese tipo de situación.

Algo se dice todo el tiempo y es que no es barato una crisis. Yo creo que el debate sobre qué hacer, sobre el riesgo moral, sobre “too big to fail”, demasiado grande para fracasar, eso sí existía en todos estos años, entonces el debate sobre qué hacer, si podemos mantener esta sociedad o este capitalismo ficticio o no, eso sí existía, pero al mismo tiempo hoy creo que la dimensión de la crisis en septiembre del 2008 realmente fue una sorpresa para ellos, no lo saben manejar.

Cuando, por ejemplo, hubo una pelea bastante grande sobre la cuestión de los sueldos, por ejemplo, de los banqueros, diciendo que no iban a reducir los sueldos de los banqueros. Puedes decir, pero claro que estaban resolviendo la crisis a favor de sus amigos y los bancos o puedes decir que lo que se ve aquí realmente es la expresión de las fuerzas reales de la sociedad. Realmente no, es el dinero que domina. Si tu eres gobierno, sea gobierno de la izquierda o de la derecha, tienes que reconocer la realidad y si no reconoces la realidad, la realidad impone ese reconocimiento y tienes, por lo tanto, que obedecer el dinero y su impulso hacia la expansión, es decir, su búsqueda constante de la ganancia. Y yo creo que sí estaban bastante conscientes de eso, entonces sentían que realmente fue lo que tenían que hacer. No sé.

Pero la necesidad de rescatar el capital en este caso no sé si fortaleció al Estado, yo diría que sí. Fortaleció al Estado en el sentido de que tenía que imponer recortes, tenía que imponer un disciplinamiento social. También, por otro lado, se metió mucho más directamente a los bancos y a las empresas, por ejemplo. También en ese libro de … habla mucho de eso, de que realmente lo que salió de la crisis y de todo este apoyo para los bancos y todo el sistema de reglamentación que se creó, es que los banqueros ahora o los bancos tienen que dedicar mucho tiempo simplemente a llenar los requisitos necesarios, seguir las instrucciones del Estado, que ellos sientan que sí hubo un fortalecimiento del control estatal. Y parte del apoyo para Trump que se expresó desde el principio fue también el deseo de los bancos de quitar ese control, que sí, yo creo que sí hasta cierto punto lo han logrado.

Una cosa que se me ocurre es… no sé si hemos mencionado al libro de Katerina Nasioka de hace un par de años. Ella analiza el levantamiento en Grecia en 2008 en términos de un conflicto entre la clase obrera y el proletariado. La clase obrera se entiende en el sentido de la clase obrera tradicional, sindicalizada y, el proletariado, una lucha que va más allá de eso, va en contra y más allá de eso donde interviene todo tipo de proletariado, todo tipo de gente como marginalizada. Y eso sería interesante pensar que sí, que tal vez no sólo en 2008 sino si 2008 es como un momento muy importante en este proceso de cambio en la estructura de la clase trabajadora o del proletariado o de la oposición sin nombre al capital. Otra cosa que realmente es urgente es la lectura de unas entrevistas que hizo Ana María para su tesis que son muy impactantes realmente, sobre la degradación o el desmoronamiento de la sociedad mexicana en cierto sentido. Y, ahí sí, entra otra cuestión de sentimiento o ausencia de un sentimiento de ética comunitaria. Y estaba pensando, eso cómo está relacionado con el curso y me parece que sí, cuando hablamos del capital financiero y el declive del capital productivo, estamos hablando también de la crisis de cierto modo de disciplina. Pero cierto modo de disciplina moral también, entonces con la idea de la producción, de la organización fabril, con la conexión, aunque sea una conexión muy enajenada. Sí se crea cierto espíritu moral o ético y el auge del capital financiero que es un capitalismo de apuestas, capitalismo casino, ese sentido de coerción moral de la sociedad se va desmoronando. Eso entonces habría que pensar si eso tiene que ver en México con el auge de la violencia, con la expansión del narcotráfico, con los homicidios, con toda la violencia que estamos viviendo.

 

Lecturas de la clase 3

 

McNally, Global Slump, capítulo 1, “The Great Panic of 2008”

Stiglitz, Caída Libre, capítulos 1 y 2

Lectura adicional:

Blinder, A., After the Music Stopped, capítulos 6 y 7

 

Desarrollo de la clase 4

 

Vamos a seguir con la historia sobre el capital ficticio. Comenzando con la cuestión sobre la gran depresión del ´29, de la revolución rusa y el auge del keynesianismo. Tomaremos dos lecturas, una de Toni Negri, sobre Keynes y la teoría del Estado y un artículo de Mattick sobre la gran depresión que no hemos encontrado todavía en español, pero seguro sí existe. Y luego como lectura adicional tenemos dos libros en inglés, uno “In the long run we are all dead” sobre Keynes y la economía política y revolución. Estamos proponiendo el prefacio que es como 10/15 páginas. Y otro, que es un libro que salió en 2017 sobre Keynes y que en parte retoma los argumento de Simon Clarke sobre keynesianismo, monetarismo y la crisis del Estado, también muy bueno.

Toni Negri dice ahí, tercer párrafo, que nosotros como buenos marxistas siempre hemos visto el capitalismo a partir del capital, que es más o menos lo que dice el capítulo de Hirsch, que me parece todavía genial. Pero lo está a partir de la dominación ¿qué quiere/qué significa la existencia del capitalismo? ¿Cómo entender al Estado a partir del capital? ¿Cómo entender esta tendencia a la crisis a partir del capital? Diez años antes, Tronti había dicho “nosotros también siempre hemos pensado al marxismo como un análisis a partir del capital, pero no, ahora sí decimos que hay que pensarlo a partir de la lucha”. Pensar a partir de la lucha no solamente para aprovechar la crisis, no es cuestión de aprovechar la crisis, pero hay que entender que en realidad el capital es una respuesta constante a las luchas, que las luchas obreras marcan las pautas del desarrollo del capitalismo. Entonces si pensamos en la crisis de los ´70 hay una explicación simplemente en términos de que no por las luchas, todas las luchas que vi, que asociamos con Mayo del ´68, toda la lucha contra la guerra interna, pero sobre todo las luchas dentro de las fábricas, los obreros ya no querían hacer lo que les decían. Entonces surge el sabotaje como forma de lucha. No queremos trabajar, entonces vamos a sabotear las máquinas, eso va a parar la línea de montaje y nos va a dar media hora de descanso. Hoy no quiero ir a trabajar, entonces voy a conseguir un certificado médico diciendo que tengo un problema en la espalda. Y que eso estaba pasando realmente en las fábricas automotrices, sobre todo, en Italia, por ello los capitalistas estaban perdiendo el control del proceso. Entonces ellos dicen bueno, tenemos que pensar a partir de las luchas y de la fuerza de la lucha obrera, tenemos que volver a leer el capital y si leemos el capital sobre todo los capítulos sobre el proceso de trabajo (capítulos 13, 14 y 15), vemos que ahí Marx está diciendo no, no se puede asumir… porque antes todos los marxistas o comunistas marxistas… asumir simplemente que el valor se produce, la plusvalía se produce y ellos dice no, si leímos estos capítulos, vemos que Marx entendió bien, que no es así, que dentro de la fábrica hay una lucha constante para imponer la voluntad de los capitalistas. No se puede asumir simplemente que el capital domina, no solamente eso. Sino si pensamos la dinámica del capital a partir de las luchas obreras, vemos que la lucha del capital o el desarrollo del capital es una lucha constante para contener o descomponer la lucha del movimiento obrero. Entonces lo que pasa cuando organizas o hay una industrialización en el norte de Italia, por ejemplo, los obreros van organizándose, van generando una fuerza, se van componiendo, se crea una composición del trabajo, cierta composición clasista. En esta situación, el capital interviene para descomponer la organización de la clase trabajadora, introduce nuevas formas de administración dentro de las fábricas, introduce nuevos controles o reducciones de los derechos de los trabajadores, introducen a mujeres para romper la fuerza de los hombres, introducen a obreros descalificados para romper una fuerza del trabajo calificado. Si vemos, por ejemplo, el terrorismo en la primera parte del siglo XX, el terrorismo fue exactamente el movimiento para descomponer la clase trabajadora que tenía una composición basada en la posición de la fuerza de los trabajadores calificados. Entonces es la idea de que hay que pensar a partir de ahí. Eso tiene, probablemente, tiene un impacto enorme en sus tesis porque fue uno de los primeros artículos o uno de los artículos más influyentes del llamado operaismo u operaismo italiano, que es ese intento de volver a pensar el capitalismo a partir de las luchas y eso tiene que ver bien con un surgimiento del interés en el análisis de luchas particulares. Entonces si piensas en los temas de las tesis en este costado en cierto sentido refleja eso, que vamos a pensar el antagonismo social a partir del análisis de luchas particulares, fabricas particulares, lo que sea. Me parece que hay un problema con eso y es que a veces se pierde de vista el conjunto de las relaciones sociales, entonces nos enfocamos en la policía comunitaria, en querer, por ejemplo, pensar en la tesis de Daniel y él no lo hace en su tesis, pero sí hay una posibilidad de que nos enfocamos simplemente en una lucha y nos olvidamos que estamos operando en un contexto de un antagonismo global constante que se ha intensificado. Pero el artículo de Tronti, Lenin en Inglaterra, que no tiene nada que ver ni con Lenin ni con Inglaterra, pero la idea es que lo que hizo Lenin en Inglaterra fue repensar la posibilidad de revolución. Lenin en Inglaterra escribió el Qué Hacer y fue como la clave del pensamiento revolucionario por gran parte del siglo XX. Entonces Tronti está diciendo que hay que ser otra vez Lenin en Inglaterra en el sentido de que tenemos que repensar toda la estrategia revolucionaria. Eso es un enfoque muy diferente del enfoque de Hirsch, porque no es simplemente pensar en la crisis como en términos de cómo aprovechar la crisis (en cierto sentido eso fue la tradición marxista también anarco que al principio del siglo hablaba de las crisis en estos términos como una oportunidad). Si pensamos en la crisis en esos términos, Hirsch dice “bueno, aquí opera nuestra tendencia hacia la baja de la tasa de ganancia, las relaciones entre composición orgánica y tasa de explotación, aquí llegamos a la crisis, la crisis es una reestructuración social enorme, aquí es cuestión de lucha, cómo se va a resolver, qué va a salir”. Pero Tronti está diciendo otra cosa, está diciendo que hay que entender esta crisis como resultado de las luchas obreras. Esta crisis expresa el hecho de que el capital ya no puede dominar, ya no puede controlar el proceso de acumulación y si realmente entramos a la fábrica, eso hacían los operaistas, entran a las fábricas; hablamos con los trabajadores, promovemos el método de la encuesta obrera (que fue una idea de Marx), preguntamos a los trabajadores realmente qué están haciendo, por qué no fueron al trabajo ayer, qué causó esta parada de las máquinas, qué está pasando. Dice si realmente entramos a las fábricas, realmente tratamos de entender que cualquier proceso de trabajo es un proceso de resistencia constante, entonces vamos a entender lo que está causando la crisis y, para ellos entonces este proceso es una reestructuración del capital, pero es en primer lugar un proceso de romper el poder de los trabajadores, es un proceso de descomposición de clase que quizás va a producir otra recomposición después, pero en este argumento hay que entender el movimiento del capital en términos de la descomposición de la clase obrera. Realmente es un enfoque que tuvo un impacto muy importante, primero en Italia en los años ´60 y luego se extendió a muchos otros lugares en los ´70. Hace un enfoque muy estimulante, pero tiene sus problemas también. Hay que pensar cómo entender entre el argumento de Tronti y los otros operaistas, por un lado, y, el argumento de Hirsch, por otro. Cómo entender esta tendencia constante hacia la crisis, porque la idea de que simplemente es resultado de las luchas… te hace pensar ¿y si no hay luchas? Entonces como que no va a haber crisis o siempre va a haber luchas, claro. Supongo que Hirsch en cierto sentido está diciendo que, dentro de la forma actual de dominación o la forma actual de luchas sociales, que estas luchas sociales tienen cierta estructura y esta estructura de las luchas, implica esta tendencia hacia la crisis, esta intensificación periódica de las luchas sociales.

Es razonable pensar que Tronti lo está planteando muy desde la clase obrera en el sentido tradicional, entonces está pensando las luchas dentro de las fábricas y debida a lo que estaba pasando en ese momento, este caos dentro de las fábricas automotrices y otras en Italia. Pero lo que pasa después es un poco la discusión que a finales de los ´60 o en los años ´70 cuando Negri dice “no hay que pensar en el obrero sino en el obrero con el trabajo, en el obrero social”, entonces lo que vemos con el capitalismo que, con el keynesianismo, con la intervención del Estado, se socializa el capital, se socializa la dominación capitalista y también se socializa la existencia misma del obrero. Entonces hay que pensar en el obrero como el obrero social que incluye todas las luchas fuera de la fábrica. En su argumento la sociedad es simplemente una fábrica en su argumento.

Yo creo que lo que a mí me gusta o me gustó y me sigue gustando mucho del artículo de Hirsch es que abre esta cuestión de la crisis como lucha, no simplemente algo que se cumple automáticamente, es una lucha tremenda mover de crisis a la estructuración. Esto abre la idea de que hay una distancia entre crisis y reestructuración, porque en muchos de los análisis tradicionales se asume que la crisis es simplemente parte del proceso normal del capital, entonces pasa por crisis y que cada crisis es una destrucción creativa, no es parte de la crisis. Y el análisis de Hirsch abre la idea de que esta destrucción posiblemente creativa no es la crisis que posiblemente va a resultar una reestructuración que no es necesariamente así, que posiblemente la crisis no se puede resolver. Hay una distancia de lucha tremenda entre la caída y la reestructuración, no podemos simplemente asumir que la crisis es equivalente a la reestructuración. Uno puede decir en el pasado hasta ahora la crisis siempre ha dado lugar a una reestructuración, pero no lo podemos asumir y si lo asumimos estamos cerrando cualquier posibilidad de pensar la revolución, eso me parece muy importante. Otra cosa que Hirsch dijo más o menos lo mismo que esta acumulación es lucha, que sí hace resonancia con la idea operaista, la acumulación no es un proceso económico, es una lucha dentro y fuera de la fábrica, para que se acumule el capital necesitas cierto sistema de educación, tienes que disciplinar a los estudiantes, disciplinar a los maestros dentro de las escuelas, tienes que conseguir sistemas de universidades, necesitas ciertos sistemas de cuidado de salud. Sin eso no va a haber acumulación, eso es un proceso social constante. Me parece que, si pensamos en Hirsch en esos términos, entonces podemos decir sí, pero creo que estos italianos, los operaistas, van un paso más allá que están diciendo sí, entonces todo este proceso es un proceso de lucha constante. Si pensamos en que podría ser la respuesta de Hirsch, supongo que él diría que es una lucha constante, pero que esta lucha tiene cierta forma, entonces que el hecho de que la explotación del capitalismo toma la forma de o está mediada por la compra y venta de la forma de trabajo, le da ciertas tendencias. Entonces todo esto, lo que dice Marx en este análisis de la crisis, realmente está hablando de las tendencias inscriptas en las formas de explotación capitalistas, que no existían formas previas de explotación, no existían en esta tendencia hacia la crisis, no existían en el feudalismo, por ejemplo, ni en la sociedades esclavistas, entonces hay que pensar que sí es un proceso de lucha constante, pero que esta lucha tiene ciertas tendencias que se derivan de la forma de la lucha misma y que lo que se pierde también en el análisis operaista de la lucha son estas tendencias.

Una cosa que no hemos discutido es que si pensamos en la crisis como lucha… si pensamos en la crisis como catástrofe social potencial surge la pregunta ¿el Estado tiene que intervenir? Ya que, si el Estado no interviene en esa situación, quien sabe que va a pasar. Pero también está la pregunta ¿cuáles son los factores que te podrían impulsar a postergar la crisis? Yo creo que sucedería que vas a tener reacciones muy fuertes, obviamente de parte de los obreros, de los trabajadores, de los estudiantes que están perdiendo sus becas y todo, de los profesores que están perdiendo sus sueldos, sus universidades… pero también tienes una reacción muy fuerte porque implica la eliminación de capital ineficiente, entonces vas casi lentamente a tener una reacción muy fuerte a partir de desertores vinculados con la derecha, no es solamente de parte de los trabajadores, sino también de los capitalistas. Ellos también te van a decir “bueno, pero tienes que intervenir, tú presidente también tiene que intervenir, tienes que ayudarnos, tiene que hacer algo para evitar la crisis”. Entonces la próxima vez vemos eso en el contexto de la crisis del ´29.

Yo creo que sí, que realmente tiene sus debilidades también, pero es un texto muy importante por el operaismo italiano. Muchas veces se habla del operaismo como autonomismo. Realmente cuando se extiende más allá de Italia, la gente habla de autonomismo, entonces la fuerza de los movimientos autonomistas actuales tiene sus raíces ahí, en ese sentido me parece que sí hay que valorar al texto como un texto que sí tuvo un impacto importante. Incluso nunca se ha publicado en inglés hasta ahora, bueno, fue publicado como parte de un libro sobre obreros y capital que nunca se publicó en inglés hasta ahora y justo en el camino, viniendo aquí, recibí una copia del libro que acaba de salir y que supongo que existe en español, pero no sé, Obreros y capital.

 

 

 

Bibliografía digital en PDF:

David McNally-Global Slump The Economics and Politics of Crisis and Resistance

Joseph Stiglitz – Caída libre

Blinder Alan S. – Y la música paró

 

Preguntas

 

¿Cuáles fueron las causas de la crisis financiera de 2008?

¿Hubo pánico? ¿Por qué? ¿Qué es lo que temían?

¿Qué fue el TARP?

¿Cómo reaccionaron los gobiernos a la crisis de los bancos? ¿Existía una alternativa?

¿Por qué no dejaron caer a los bancos?

¿Cuáles fueron las consecuencias sociales de la crisis?

¿Significó una reformulación de la lucha de clases? ¿En qué sentido?

 

Encuentros previos:

Desarrollo de la clase 1

Desarrollo de la clase 2

 

 

Audio completo de la clase 3

Audio completo de la clase 3 – Parte 1
Audio completo de la clase 3 – Parte 2

 

Trabajan para hacer posible la organización de los materiales del curso, grabación de audios, transcripción de los mismos, su corrección y edición en Comunizar: Edith González, Lucía Contartese, Daniel  Contartese y Luis M. Bardamu.

 

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